Evangelio de Hoy Martes 21 de Mayo de 2024 | REFLEXIÓN | Red Catolica
La paz con vosotros.
Evangelio de Hoy Martes 21 de Mayo de 2024
Eucaristía Digital
1- Espíritu Santo, mira mi vacío si Tú faltas, por eso te suplico vengas a hacer en mi tu morada.
2- Por eso también Cristo, como el Padre, sopla su Espíritu sobre sus apóstoles para transmitirles la vida.
3- Él es el Espíritu Santificador, que da vida, alienta todo y “anima” todo.
Nuestro Sitios y Redes Sociales
Producido y Diseñado por RedCatolica.Com
Prohibida su reproducción total o parcial, o realizar una copia sin autorización del Canal
Conlleva a un reporte Legal con Youtube
Evangelio de hoy martes veintiuno de mayo del dos mil veinticuatro
Proclamación del santo evangelio, según San Marcos.
En aquel tiempo Jesús y sus discípulos atravesaban Galea pero él no quería que nadie lo supiera porque iba enseñando a sus discípulos Le decía a El hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres le darán muerte y tres días después de muerto resucitará.
Pero ellos no entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones.
Llegaron a Cafarnaúm y una vez en casa les pregunto ¿de que discutían por el camino?
Pero ellos se quedaron callados porque en el camino habían discutido sobre quién de ellos era el más importante Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos Después, tomando a un niño lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: El que recibe en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe y el que me reciba a mí no me recibe a mí sino a aquel que me ha enviado Palabra del Señor Gloria a ti, Señor Jesús.
Apreciados hermanos en Cristo, para desarrollar esta reflexión centrémonos en los cuatro puntos siguientes y tratemos de llevar el aprendizaje a nuestra vida diaria.
En el primer momento de la reflexión, profundicemos en la diferencia del pensamiento divino al pensamiento humano.
Jesús anuncia lo que en la iglesia se le conoce como el trigo pascual, su pasión, muerte y resurrección.
Y leyendo este pasaje podemos notar la brecha grande que hay entre la misión de Jesús y el pensamiento de los discípulos.
Por eso vemos que sus discursos no eran bien comprendidos por ellos.
Y una vez más, ellos se han en los sordos omitiendo el significado de sus palabras y evita mesa conversación.
Claramente una cosa es la voluntad de Dios, y la voluntad del hombre y sus ideas humanas.
A veces no comprendemos el por qué Dios permite unas cosas, y pensamos que está equivocado y que lo que pensamos es lo que realmente debemos hacer, pero siempre Dios tiene lo mejor, Y aunque nos parezca contradictoria su voluntad, debemos confiar en su omnisciencia y su poder.
Los discípulos sin entender bien los mensajes que daba su maestro permanecieron con él y aunque sus palabras a veces les incomodaba al final cumplieron su voluntad y lograron comprender cada uno de los significados de sus parábolas.
Todos hemos pasado por esto donde al principio no entendemos ni aceptamos la voluntad del Señor porque nos parece incómoda y contradictoria.
Con el pasar del tiempo logramos ver con claridad y confirmamos que así debía de ser.
Confiemos en la palabra de Dios y desistamos de los pensamientos humanos que son terrenales, y a veces obstaculizan las obras divinas.
En este segundo punto de la reflexión, meditemos en la frase: tenían miedo de pedir explicaciones.
El miedo es una emoción que nos hace guardar distancia de algo que nos parece peligroso.
Pero en el caso del evangelio y las enseñanzas del maestro Jesús nos pide que no nos dejemos dominar por esta emoción si se estará para seguir la voluntad de Dios, porque aquellos discípulos pudieron haber desistido de caminar con Cristo si se hubieran dejado ganar por su temor, cuando sintamos miedo, pero sabemos que debemos avanzar o hacer algo, pidamos al Señor que nos llene de su fortaleza para ahorrar su voluntad.
Este don nos capacita para hacer las cosas, Si estamos bajo la gracia del Señor, debemos estar seguros de que él no permitirá que nada malo nos pase, él es nuestro amigo, podemos entregarle nuestras preocupaciones y temores y preguntarles por las cosas que queramos con toda confianza y amor.
En el tercer punto de la reflexión, meditemos en la frase: Si alguno quiere ser el primero que sea el último de todos y el servidor de todos.
Los discípulos se inquietaban por saber quién de ellos era el más importante de los doce, y si nos ponemos a pensar, También nosotros dedicamos horas y horas a pensar en cosas, también nuestra mente está más dada a pensar en lo que vanidosamente creemos ser y lograr, pero Jesús les enseña la toma de vida para la grandeza en Dios.
Si alguno quiere ser el primero que sea el último de todos y el servidor de todos.
Qué mensaje tan valioso y sorprendente del Señor, lo único que debemos hacer para tener la grandeza y el reconocimiento de la corte celestial es dedicar nuestra vida al servicio de los demás y a forjar la humildad de nosotros.
Ante esta declaración de servicio y humildad, nosotros debemos adoptar esta postura de servicio que el evangelio nos muestra.
Y rechazar la actitud de los apóstoles que les incomodaban los mensajes del Señor, hoy comprendemos y acogemos la idea de que Dios, Duets, que nos postremos ante él, sino que nos pide ser humildes para servir a los más pequeños y que así como él nos dio el ejemplo de poco y desprendimiento también nosotros nos quitemos las vestiduras del mundo y nos desprendamos de las ideas que se anteponen al evangelio.
Ahora en el cuarto momento de la reflexión, meditemos en esta frase: El que reciba mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe.
Mientras los discípulos podían sus ojos y su mente en la preocupación por ser grandes y reconocidos, Jesús les propone mirar a lo pequeño para alcanzar eterno y la grandeza de Dios.
El Señor pone delante la fragilidad, la dulzura, la inocencia y la grandeza del abandono al padre que tienen esos pequeños.
Mirar la fragilidad y la pequeñez nos hace pensar en la necesidad de la paternidad de Dios que Jesús nos manifestó porque si nos sentimos los más grandes de la tierra ya no habría necesidad de buscar de Dios y abandonarnos a su voluntad.
Así nosotros debemos proceder y Jesús nos invita a que no solo recibamos a los más pequeños, sino que nos hagamos pequeños como ellos y nos reciba en sus brazos.
El se recoja en la humanidad y transparencia de ellos, y buscan protagonismo, que era lo que los apóstoles precisamente querían tener.
Ellos nos inquietan por ser los más grandes del reino, sino que solo se preocupan por sentirse protegidos.
Pidamos al Señor que nos permita ser más nobles y sencillos para no pensar en la grandeza del mundo sino buscar la grandeza de Dios.
Ahora con la ayuda de la siguiente preguntas, cuestionemos nuestro proceso de conversión a la luz de la palabra meditada.
Proclamos con fe que Cristo es nuestro quiero ser el más grande sirviendo a todos?
¿Con qué enseñanza me quedo de este evangelio? Oremos.
Padre amado, queremos ser grandes para tu reino, danos la pequeñez de tu espíritu, para ganarnos tu corazón y desprendernos de todas las actitudes que alimentan cualquier sentimiento de grandeza terrenal.
Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo que vive y reina contigo en unidad del espíritu santo y eres Dios por los siglos de los siglos Amén.
Que el Señor te bendiga abundantemente en este día, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Si esa reflexión te ha gustado, recuerda dar like, dejarnos tu intención en los comentarios y activar la campana de notificaciones.
Para que todos los días recibas estos preciosos mensajes, Te saluda tu hermano Daniel, deseándote un día lleno de bendiciones.
Somos Red Católica.