Victoria sobre el temor
¿Cómo usted enfrenta el temor? Todos hemos experimentado este sentimiento en algún momento de la vida. Por ejemplo hemos llegado a temer por nuestra salud, por la familia, el trabajo, etc. El Dr. Stanley nos enseña a poner toda nuestra confianza en la Palabra de Dios.
Este mensaje fue grabado antes de la crisis de COVID-19. Para proteger a nuestro personal y a la comunidad, estamos siguiendo las pautas de seguridad y practicando el distanciamiento social. Apreciamos su comprensión. Para más mensajes de Charles Stanley, incluyendo la transmisión de esta semana, visite www.encontacto.org/vea
TODOS DEBEMOS APRENDER A ENFRENTAR NUESTROS TEMORES EN LA VIDA.
Y pensándolo bien, vivimos en una época de mucho temor.
Vivimos en una sociedad llena de temor.
La gente teme perder su empleo, su vivienda, su salud, su familia, amigos, posiciones, de todo.
Muchas cosas a nuestro alrededor causan temor, y, sin embargo, Los creyentes no debemos vivir en temor.
Alguien dirá, tengo muchas razones para tener miedo, nunca lo dudaría.
¿Pero cómo hemos de vivir en la sociedad?
Quizás pregunte, pero primero, ¿cómo llegamos a la posición en que estamos?
Pues, yo me hacía esa misma pregunta y vino a mi mente algo que encontré en Ecclesia Stéz, Se trata de un solo versículo que resume todo eso de cómo llegamos hasta aquí.
¿Por qué tanto temor?
Por la sencilla razón de que hemos violado un principio bíblico muy claro que dice, al final, de Écriscias tres, doce, versículo trece.
El fin de todo el discurso oído es este, teme a Dios, Y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.
Hemos decidido no temer a Dios.
Hemos decidido vivir como mejor nos parece, e ignorar los principios de la palabra de Dios como resultado de eso.
¿Qué sucede? Estamos llenos de miedo, tememos muchas cosas que no deberíamos temer.
Solo ver las noticias, fácilmente puede provocar mucho miedo.
La pregunta es, ¿cómo vive el creyente en una generación y una era de temor?
Y, a la vez, ser la persona que dios quiere que seamos, la invito a acompañarme a Isaías capítulo cuarenta y uno.
Personalmente considero que aquí está el versículo bíblico más impactante en lo que respecta al temor, por las maravillosas promesas divinas que abarca.
Y si no lo ha subrayado en su Biblia, le animo a hacerlo.
Y he descubierto que si coloco una fecha junto a algo que Dios me ha dicho, eso me Ayuda a recordar que dios se interesa, le importa y se involucra en mi vida.
Leamos Isaías cuarenta y uno, versículo diez.
Noten más, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios.
¿Qué te esfuerzo? Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Luego, el versículo once, aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos, serán como nada y perecerán los que contienden contigo.
Buscarás a los que tienen contienda contigo y no los hallarás.
Serán como nada y como cosa que no es aquellos que te hacen la guerra.
Porque yo Jehová soy tu dios quien te sostiene de tu mano derecha y te dice, no temas, yo te ayudo.
Recuerdo un tiempo en mi vida en el cual pasaba por una gran prueba, y de ahí este versículo que dice, He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos.
Serán como nada y perecerán los que contienen contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo y no los hallarás.
Al cabo de poco tiempo pensé, señor, esto es cierto, porque no queda ni uno.
Todos mis enemigos se fueron, y muchas veces lo que sucede es que insistimos en algo de lo cual Dios se ocupará, porque olvidamos que él hará exactamente lo que dijo.
Al llegar a este versículo diez, cualquiera sea su temor, Lo que dice este versículo puede transformar su vida.
Pensemos en algo, en la primera conversación entre Adán y Dios que aparece registrada en la Biblia, Adán dijo, tuve miedo.
Esas fueron sus primeras palabras en su conversación con Dios, y la verdad es desde entonces la humanidad ha tenido miedo.
Así que, cuando piense en el temor, ¿cómo lo describiré a usted entonces?
Lo que quisiera hacer a continuación, es darle una definición sencilla, y quisiera darle suficiente tiempo para escribirla.
Porque es necesario entender lo que sentimos. Es un sentimiento de inquietud y miedo. ¿Cómo?
Un vacío es como una sensación de alarma interna que nos advierte que algo sucederá, y es sentirse amenazado por algo que quizás podemos o no podemos controlar.
Pero le insto a tomar nota.
Y así, la próxima vez, que sienta un poco de temor, piense, esto es lo que está pasando.
Así que, hay temor bueno y temor malo. Hay un temor que es bueno.
Cuando la Biblia dice, teme a Jehová, significa reverenciarlo, es reconocer quién es él, respetar a Dios como Dios santo y justo.
Temer a Dios no es tenerle miedo. Sino reverenciarlo.
Así que hay un temor bueno y, desde luego, temor malo, que es la clase de temor que nos gustaría erradicar.
En Proverneos, uno siente declara El principio de la sabiduría es el temor de Jehová, eso es reverencia a Dios un respeto santo hacia él.
Es un temor que todos hemos de experimentar y disfrutar en la vida.
Pero pensemos en la causa del miedo, ¿Por qué la gente tiene miedo?
Hay muchas razones, veámosla por un momento, porque si no identificamos nuestro miedo, lo más probable es que no podamos controlarlo.
Lo primero que diré es simplemente que cualquiera que sea nuestros temores no vienen de Dios, recordemos las palabras de Pablo Timotío, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
¿Alguna vez ha tenido tanto miedo que se sentía paralizado?
¿Alguna vez ha tenido tanto miedo que no sabía qué hacer ni cómo manejar la situación?
Pensemos en las causas de nuestros temores.
Una de ellas es que desde pequeños aprendemos a tener, son actitudes aprendidas.
Recordando que mi madre me decía, no te acerques, es al río, puedes caerte y ahogarte.
Ella expresaba su amor, pero en mi, pequeña mente, el agua, era peligrosa.
Así que me tomó un buen tiempo meterme al arroyo y aprender a nadar.
Entonces, cuando nos enseñan algo desde pequeño pensamos que es insignificante, por ejemplo, los padres cuidándonos, pero mire, Nuestros padres han arraigado ciertas cosas en nosotros que, a menudo, pueden crear temor.
Por otra parte, esta es nuestra imaginación.
Una de las causas de nuestros temores es nuestra imaginación, por ejemplo, algo que no se imagina más, no hace mucho escuchar una hermana que vino a trece miembros de la iglesia y dijo, Yo VEÍA EL PROGRAMA DE TELEVISIÓN, PERO NUNCA PENSÉ Que ASISTIRÍA A ESTA IGLESIA PORQUE ERA MUY GRANDE Y NADIE SERÍA AMIGABLE.
ELLA TENÍA idea de cómo sería esta iglesia.
Luego, dijo, al llegar, no podían ni entrar de tantas personas que me daban la bienvenida y de nos alegra verle.
¿De dónde es? Su imaginación casi la mantiene alejada, pero su nieto, que también veía el programa, dijo, quiero ir a esa iglesia.
La trajo, y el otro domingo volvió.
De haberse dejado llevar por su imaginación, no sería miembro de la iglesia. La imaginación es algo sorprendente.
Es la gran creadora, pero nos mete en problemas y nos descuidamos. Otra causa es la ignorancia.
La ignorancia hace que seamos temerosos. Pensemos, por ejemplo, en la gente que cree que la salvación puede perderse.
Es impresionante, hay quienes prácticamente pelean por eso. Yo crecí con esa idea y la entiendo.
Así que, Al decir, la Biblia declara que usted es salvo por la gracia de Dios, él expió su pecado pasado, presente o futuro.
Entonces no significa que no volverá a pecas, sino que él pagó toda su deuda de pecado y al volver a pecar, él le disciplinará.
Hay personas que se molestan tanto que es como si quisieran pelear.
Mire lo que discuten, luchan por aferrarse a una doctrina, que afirma que si pecan contra Dios y están pecando al momento de morir irán al infierno.
Pero piensen las veces que he predicado sobre el pecado.
De haber dicho si usted no vive como agrada Dios una vida sin pecado y santificada, al morir, ir al infierno.
Pues si yo fuese usted, no seguiría. ¿Que buscaría otra iglesia? Pero eso no es cierto.
Cuando le enseña error a la gente, puede crear gran temor en su vida.
Luego está el tema de las dudas.
Si vivimos en duda, si vivimos dudando de Dios, tendremos razones para tener temor.
Si dudamos que Dios nos ama, si dudamos que él nos perdona, y le seguimos confesando lo mismo, una y otra vez.
Lo que le confesamos el año pasado y el antepasado, ¿Cómo?
¿Tendremos libertad, paz y contentamiento en la vida si le tenemos miedo a Dios? ¿Alguien dirá caso?
No es Dios santo, claro que lo es. Esa es razón para tenerle miedo. No, no.
Es razón para reverenciarlo, amarlo, obedecerlo y seguirlo. No es razón para tenerle miedo.
Dios no quiere que detengamos miedo. ¿Qué dijo Jesucristo? No temáis, no temáis, no temáis, no temáis.
Dijo que no nos dio espíritu de cobardía, sino de poder amor y dominio propio.
Así que, esos temores tienen grandes consecuencias en nuestra vida.
Al pensar en esas consecuencias, veámoslo a la luz de esto. Si tenemos miedo a algo, divide nuestra mente.
¿Alguien lo puede concentrarse?
Viene en algo, si en el fondo de sus emociones, Teme, por ejemplo, a que su esposo le dejará, o su esposa le abandone, o que sus hijos caigan en drogas, o sea, Si hay algún temor constante dentro de usted, entonces eso dividirá su mente.
Segundo, reprime nuestra facultad de pensar y actuar como debemos.
Al dividir nuestra mente, no pensamos con la claridad de vida, de siempre.
Así que comenzamos a sentir las consecuencias.
También causa indecisión, porque a menudo nos sentimos paralizados, cuando tomamos decisiones.
Por ejemplo, alguien que deja todo para después, no actúa por temor, a no hacerlo perfecto, o adecuadamente, a su gusto.
Puede tratarse de una persona muy talentosa, hábil en muchas cosas, pero si cree que no puede hacer algo a la perfección, ¿qué pasa?
Entonces, lo postergará. Es como estar paralizado, no funciona.
Por otro lado, pienso que el temor no se esclaviza con un sentimiento de incertidumbre.
Si vive en temor, mire, una cosa es acercarse a una serpiente, tener sabiamente e irse.
Se trata de un incidente. ¿Qué sucedió en un momento preciso?
Pero es distinto tenerle miedo a algo que conoce, está presente, como algo continuo.
Quizás el médico le diagnosticó esto y lo otro, o le ocurrió algo a su hija o a su hijo.
Quizás se trate de algún problema económico. Muchas cosas, pueden caer en esa categoría.
Pero el temor permanece allí y no desaparece. ¿Cómo debemos confrontarlo?
Sin duda alguna, bloquean nuestro crecimiento espiritual, el vivir en temor, pensemos en esto.
Por un lado, sabemos mucho acerca de Dios. Pero por otro vivimos con temor que no viene de Dios.
Dios tiene una voluntad para nuestras vidas, pero por temor no andamos en ella.
Quizás podríamos hacer mucho más de lo que hacemos y solo confiamos en él en vez de pensar Solo puedo hacer esto, y mirar a alguien más y decir, no puedo hacer eso.
Dios no espera que hagamos lo mismo.
Lo que sea que él nos llame a hacer, nos llame a serlo al grado que encaje en su voluntad, propósito y plan para nuestra vida.
Dios no espera que estemos a la altura de otra persona, cuando otros establecen sus expectativas en cuanto a nuestra vida, a veces nos falta confianza y nos volvemos temerosos.
Y la verdad es que nunca podemos ser las personas que dios quiere que seamos, ni lograr lo que él quiere que alcancemos mientras tengamos miedo.
Mientras el temor nos domine, no podemos hacerlo.
Entonces, al pensar en cómo nos afecta esto, consideremos nuestra salud por un momento, porque el temor, sin duda, afecta nuestra salud física.
Porque no hay duda de que nuestro ser emocional afecta todo nuestro cuerpo.
Escucho lo siguiente, el temor está ligado a enfermedades cardiovasculares, hipertensión, jaquecas, estrés, úlcera, desordenes digestivos y de la piel.
Si alguien siempre anda preocupado y temeroso, por algo, eso le afectará.
Tal vez afecte su manera de comer lo que come la cantidad.
Influye si hace uno ejercicio físico.
Así que, nuestro sistema es emocional, no es solo algo que sentimos y sabemos aquí, sino que afecta todo nuestro cuerpo.
Así es el poder de nuestras emociones. La pregunta es, ¿cómo lo confrontamos?
¿Cómo enfrentar el temor? Mucha atención.
Lo que diré, parecerá muy sencillo, Pero no habló Jesucristo en parábolas.
Él no dificultó las cosas. Sé que funciona. No hay duda en mi mente de que funcione.
Deseo que veamos un pasaje bíblico, y quisiera que lo veamos con esta perspectiva y le digamos bien, señor, Creo que le tengo temor a esto, lo que sea.
Quisiera que lo confrontemos a la luz de lo siguiente.
Primero que todo, reconocer su presencia, Digamos que usted tiene algún problema financiero y teme perder todas sus posesiones, y mucha gente está en esa situación.
Cualquiera sea el temor en su vida, sea lo que sea.
Primero, reconozca que está allí.
El siguiente paso es identificar, ¿cuál es la causa de dónde proviene?
¿Por qué tengo miedo de eso?
¿Se debe a algo que alguien inculcó en su modo de razonamiento?
¿O es algo que ha hecho y tenía las consecuencias en otras palabras.
¿Cuál es el verdadero origen? Entonces, le temo a esto, Y este es el origen. Son dos puntos importantes.
Lo tercero es, escuche, mientras nos enfoquemos, en lo que es el temor, no se volverá más pequeño.
Mientras más nos concentremos, ¿qué pasa?
Consumirá mayor parte de nuestra vida, influirá más en nuestras decisiones y en nuestro carácter, o lo que sea.
Hay que cambiar el enfoque.
Si deseamos superar el temor y ser libres, debemos cambiar nuestra atención, quitarla del temor y concentrarla en Dios.
Debemos hacer lo siguiente, poner nuestro enfoque inmediatamente en el arma más poderosa, Mire, el arma más poderosa que podemos tener en tiempo de temor.
¿Y qué es? La palabra de Dios.
Con eso en mente regresemos a Isaías cuarenta y uno, y quisiera que lo vea la luz de quién es usted, y lo que está enfrentando en su vida.
¿Y cuál es su temor? Vayamos a Isaías cuarenta y uno, versículo diez, porque lo veo como un ancla.
O sea, cualquier tiempo está aquí enfrente en lo que respecta al temor, Mi ancla es esta, dice el versículo, diez, primero dice, no temas, ¿Por qué?
¿Por qué yo estoy contigo? ¿Quién es él?
Dios, el soberano creador del universo, quien dice la Biblia que ha establecido su trono en los cielos y su reino domina sobre todo.
Así que él dice, no temas, Y mire, una cosa es que alguien le diga, no le tengas miedo a eso, pero otra es que Dios le diga, no temas.
¿Por qué? No temas porque yo estoy contigo. Jehová, dios está contigo, mire, no desmayes.
Esa es una de las fuerzas más importantes en toda la Biblia en cuanto a vencer, lo que sea, no desmayes.
¿Sabe por qué lo dijo? Porque decía que pongamos nuestra atención en él.
Mientras nos concentremos en nuestro temor, crecerá y crecerá más. Lo haremos más importante y perjudicial.
No desmayes. Escuche bien, mire, no desmayes, porque yo soy tú, Dios.
No solo tu amigo, sino soy tu Dios. Soy el creador soberano del universo, soy tu Dios.
Soy tu Dios personal. Y luego dice, dice, yo soy tu Dios que te esfuerzo.
¿Cuánta fuerza tiene Dios? ¿Es omnipotente? Dice que te esfuerzo, siempre te ayudaré.
¿Por qué dijo siempre? Para darnos seguridad de eso, porque yo soy el que soy, porque te amo, porque soy tu dios, siempre te ayudaré.
Dice, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
No importa lo que tenga que enfrentar en la vida, estás en mis manos.
Yo, el dios soberano del universo, estás en mis manos. Te sostendré, te levantaré. Te fortaleceré.
Yo soy tu Dios. No hay nada en que podamos superar a Dios todopoderoso.
Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Permítame preguntarle, ¿cree lo que dice ese versículo, dígame.
¿Fue cierto hace más de dos mil años? ¿Ha cambiado?
¿Sigue igual, verdad? Y es el mismo Dios que hizo esa promesa, ¿verdad?
Dios cambia, él no cambia.
Si él hizo esa promesa hace más de dos mil años, Mucha atención.
¿Cree usted lo que Dios dijo hace más de dos mil años? Sobre enfrentar nuestros temores.
¿Cree que ese versículo sigue siendo cierto? Si en verdad lo cree, Dígalo en dos alta.
De acuerdo. Y eso significa que acepta esta verdad, ¿Qué es su Dios hadillo?
¿Qué es su Dios? Pues, lo ha aceptado mediante Jesucristo, y que él le ayudará, éltará con usted, él le sostendrá, él le fortalecerá dice que siempre le sustentarán la diestra de su justicia.
¿Es eso cierto? Si usted es creyente, ¿cree que esto es cierto en su vida hoy?
Así que no importa lo que enfrente, cree que el Dios del universo Le has dado una promesa personal.
Siempre te sustentaré. Te esforzaré. Estaré contigo. Soy tú, Dios.
¿Cree usted que Dios es lo suficientemente confiable?
Para tomar su temor, el que sea, y decirle, señor, Sé que esto ya no tiene cabida en mi vida.
Así que, te tomaré la palabra ideadora, en adelante concentraré mi atención en ti.
Te entrego mi temor.
Lo entrego basándome en quién eres y en lo que has dicho.
La pregunta es, ¿cree usted que Dios es quien dice ser, amén?
¿Cree que Dios haga lo que promete? Amén.
Entonces, no debe seguir llevando ese temor. Mire, ¿Sabe a qué se reduce todo esto?
Es una batalla de fe.
Mire, cuando alguien firme estar de acuerdo con lo que usted acaba de decir que cree la palabra de Dios, si está de acuerdo y lo dijo de corazón, Pero tiene dudas al respecto.
¿Afecta su duda a Dios? ¿No, amén? ¿No?
No cambia nada lo que él dijo, no es verdad.
Si no afecta a Dios ni cambia lo que él dijo, Entonces, ¿tiene razón de aferrarse a ese temor?
Si Dios le ha dicho que no es necesario.
Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia, o sea, lo que enfrentes en la vida.
El dios soberano del universo le sostendrá, y le ayudará a superar lo que sea. ¿Amen?
Lo que sea, Tal vez, usted no sea creyente y diga, ¿funciona esto en mi caso?
No, no funciona. Le diré por qué no funcionará.
Porque si rechaza el Señor Jesucristo, que es su único salvador, al rechazarlo como su salvador, rechaza lo mejor de la vida, rechaza la vida eterna, rechaza el amor de Dios, rechaza su voluntad, plan y propósito para su vida.
Rechaza lo mejor de la vida. Mire, rechaza la vida misma. Que Dios todopoderoso quiere para usted.
Tiene mucho, deje tener temor, porque un día tocará morir.
Y la Biblia nos dice esto, está establecido para los hombres que mueren una sola vez, y después de esto, el juicio, Tiene muchas razones para temer.
No tiene que ser así. Si está dispuesto a pedirle a Jesucristo que perdone sus pecados.
En serio, con sinceridad. Pídele que le perdone, no basándose en todas las cosas que hará por él.
Sino basándose en que, al ir a la cruz, él pagó todos sus pecados.
Su intención fue quitar sus temores, y darle paz seguridad de confianza para enfrentar cualquier cosa en la vida, no importa lo que sea.
¿Así es él? Cuando usted le acepte como Salvador, todo lo que ha escuchado será realidad en su vida.
No está de acuerdo. Que es mejor vivir para Dios, que vivir en temor y certidumbre, dudas, sabiendo que un día en el futuro estará frente a Dios y todas sus buenas acciones.
Mire, Dios ya ha declarado, lo siguiente que, no, No importa lo que haga ni cuán bueno sea.
Es como tratos de inmundicia. Mire, en cuanto a salvarnos de pecados, Las buenas obras nunca sirven, lo dice Dios.
Así que le exhorto a aceptar a Cristo como su salvador. Amén. Padre, ¿cuánto te agradecemos?
Por tu gran amor por nosotros. Señor, tú sabes todo sobre el temor.
Todo lo que hay que saber al respecto. Pero dijiste: La paz os dejo.
Mi paz os doy, No como el mundo lo da, no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
¿Creéis en Dios? Creer también en mí, creemos, y te damos gracias en el nombre de Jesús, Amén.
Y pensándolo bien, vivimos en una época de mucho temor.
Vivimos en una sociedad llena de temor.
La gente teme perder su empleo, su vivienda, su salud, su familia, amigos, posiciones, de todo.
Muchas cosas a nuestro alrededor causan temor, y, sin embargo, Los creyentes no debemos vivir en temor.
Alguien dirá, tengo muchas razones para tener miedo, nunca lo dudaría.
¿Pero cómo hemos de vivir en la sociedad?
Quizás pregunte, pero primero, ¿cómo llegamos a la posición en que estamos?
Pues, yo me hacía esa misma pregunta y vino a mi mente algo que encontré en Ecclesia Stéz, Se trata de un solo versículo que resume todo eso de cómo llegamos hasta aquí.
¿Por qué tanto temor?
Por la sencilla razón de que hemos violado un principio bíblico muy claro que dice, al final, de Écriscias tres, doce, versículo trece.
El fin de todo el discurso oído es este, teme a Dios, Y guarda sus mandamientos, porque esto es el todo del hombre.
Hemos decidido no temer a Dios.
Hemos decidido vivir como mejor nos parece, e ignorar los principios de la palabra de Dios como resultado de eso.
¿Qué sucede? Estamos llenos de miedo, tememos muchas cosas que no deberíamos temer.
Solo ver las noticias, fácilmente puede provocar mucho miedo.
La pregunta es, ¿cómo vive el creyente en una generación y una era de temor?
Y, a la vez, ser la persona que dios quiere que seamos, la invito a acompañarme a Isaías capítulo cuarenta y uno.
Personalmente considero que aquí está el versículo bíblico más impactante en lo que respecta al temor, por las maravillosas promesas divinas que abarca.
Y si no lo ha subrayado en su Biblia, le animo a hacerlo.
Y he descubierto que si coloco una fecha junto a algo que Dios me ha dicho, eso me Ayuda a recordar que dios se interesa, le importa y se involucra en mi vida.
Leamos Isaías cuarenta y uno, versículo diez.
Noten más, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios.
¿Qué te esfuerzo? Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Luego, el versículo once, aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos, serán como nada y perecerán los que contienden contigo.
Buscarás a los que tienen contienda contigo y no los hallarás.
Serán como nada y como cosa que no es aquellos que te hacen la guerra.
Porque yo Jehová soy tu dios quien te sostiene de tu mano derecha y te dice, no temas, yo te ayudo.
Recuerdo un tiempo en mi vida en el cual pasaba por una gran prueba, y de ahí este versículo que dice, He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos.
Serán como nada y perecerán los que contienen contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo y no los hallarás.
Al cabo de poco tiempo pensé, señor, esto es cierto, porque no queda ni uno.
Todos mis enemigos se fueron, y muchas veces lo que sucede es que insistimos en algo de lo cual Dios se ocupará, porque olvidamos que él hará exactamente lo que dijo.
Al llegar a este versículo diez, cualquiera sea su temor, Lo que dice este versículo puede transformar su vida.
Pensemos en algo, en la primera conversación entre Adán y Dios que aparece registrada en la Biblia, Adán dijo, tuve miedo.
Esas fueron sus primeras palabras en su conversación con Dios, y la verdad es desde entonces la humanidad ha tenido miedo.
Así que, cuando piense en el temor, ¿cómo lo describiré a usted entonces?
Lo que quisiera hacer a continuación, es darle una definición sencilla, y quisiera darle suficiente tiempo para escribirla.
Porque es necesario entender lo que sentimos. Es un sentimiento de inquietud y miedo. ¿Cómo?
Un vacío es como una sensación de alarma interna que nos advierte que algo sucederá, y es sentirse amenazado por algo que quizás podemos o no podemos controlar.
Pero le insto a tomar nota.
Y así, la próxima vez, que sienta un poco de temor, piense, esto es lo que está pasando.
Así que, hay temor bueno y temor malo. Hay un temor que es bueno.
Cuando la Biblia dice, teme a Jehová, significa reverenciarlo, es reconocer quién es él, respetar a Dios como Dios santo y justo.
Temer a Dios no es tenerle miedo. Sino reverenciarlo.
Así que hay un temor bueno y, desde luego, temor malo, que es la clase de temor que nos gustaría erradicar.
En Proverneos, uno siente declara El principio de la sabiduría es el temor de Jehová, eso es reverencia a Dios un respeto santo hacia él.
Es un temor que todos hemos de experimentar y disfrutar en la vida.
Pero pensemos en la causa del miedo, ¿Por qué la gente tiene miedo?
Hay muchas razones, veámosla por un momento, porque si no identificamos nuestro miedo, lo más probable es que no podamos controlarlo.
Lo primero que diré es simplemente que cualquiera que sea nuestros temores no vienen de Dios, recordemos las palabras de Pablo Timotío, porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
¿Alguna vez ha tenido tanto miedo que se sentía paralizado?
¿Alguna vez ha tenido tanto miedo que no sabía qué hacer ni cómo manejar la situación?
Pensemos en las causas de nuestros temores.
Una de ellas es que desde pequeños aprendemos a tener, son actitudes aprendidas.
Recordando que mi madre me decía, no te acerques, es al río, puedes caerte y ahogarte.
Ella expresaba su amor, pero en mi, pequeña mente, el agua, era peligrosa.
Así que me tomó un buen tiempo meterme al arroyo y aprender a nadar.
Entonces, cuando nos enseñan algo desde pequeño pensamos que es insignificante, por ejemplo, los padres cuidándonos, pero mire, Nuestros padres han arraigado ciertas cosas en nosotros que, a menudo, pueden crear temor.
Por otra parte, esta es nuestra imaginación.
Una de las causas de nuestros temores es nuestra imaginación, por ejemplo, algo que no se imagina más, no hace mucho escuchar una hermana que vino a trece miembros de la iglesia y dijo, Yo VEÍA EL PROGRAMA DE TELEVISIÓN, PERO NUNCA PENSÉ Que ASISTIRÍA A ESTA IGLESIA PORQUE ERA MUY GRANDE Y NADIE SERÍA AMIGABLE.
ELLA TENÍA idea de cómo sería esta iglesia.
Luego, dijo, al llegar, no podían ni entrar de tantas personas que me daban la bienvenida y de nos alegra verle.
¿De dónde es? Su imaginación casi la mantiene alejada, pero su nieto, que también veía el programa, dijo, quiero ir a esa iglesia.
La trajo, y el otro domingo volvió.
De haberse dejado llevar por su imaginación, no sería miembro de la iglesia. La imaginación es algo sorprendente.
Es la gran creadora, pero nos mete en problemas y nos descuidamos. Otra causa es la ignorancia.
La ignorancia hace que seamos temerosos. Pensemos, por ejemplo, en la gente que cree que la salvación puede perderse.
Es impresionante, hay quienes prácticamente pelean por eso. Yo crecí con esa idea y la entiendo.
Así que, Al decir, la Biblia declara que usted es salvo por la gracia de Dios, él expió su pecado pasado, presente o futuro.
Entonces no significa que no volverá a pecas, sino que él pagó toda su deuda de pecado y al volver a pecar, él le disciplinará.
Hay personas que se molestan tanto que es como si quisieran pelear.
Mire lo que discuten, luchan por aferrarse a una doctrina, que afirma que si pecan contra Dios y están pecando al momento de morir irán al infierno.
Pero piensen las veces que he predicado sobre el pecado.
De haber dicho si usted no vive como agrada Dios una vida sin pecado y santificada, al morir, ir al infierno.
Pues si yo fuese usted, no seguiría. ¿Que buscaría otra iglesia? Pero eso no es cierto.
Cuando le enseña error a la gente, puede crear gran temor en su vida.
Luego está el tema de las dudas.
Si vivimos en duda, si vivimos dudando de Dios, tendremos razones para tener temor.
Si dudamos que Dios nos ama, si dudamos que él nos perdona, y le seguimos confesando lo mismo, una y otra vez.
Lo que le confesamos el año pasado y el antepasado, ¿Cómo?
¿Tendremos libertad, paz y contentamiento en la vida si le tenemos miedo a Dios? ¿Alguien dirá caso?
No es Dios santo, claro que lo es. Esa es razón para tenerle miedo. No, no.
Es razón para reverenciarlo, amarlo, obedecerlo y seguirlo. No es razón para tenerle miedo.
Dios no quiere que detengamos miedo. ¿Qué dijo Jesucristo? No temáis, no temáis, no temáis, no temáis.
Dijo que no nos dio espíritu de cobardía, sino de poder amor y dominio propio.
Así que, esos temores tienen grandes consecuencias en nuestra vida.
Al pensar en esas consecuencias, veámoslo a la luz de esto. Si tenemos miedo a algo, divide nuestra mente.
¿Alguien lo puede concentrarse?
Viene en algo, si en el fondo de sus emociones, Teme, por ejemplo, a que su esposo le dejará, o su esposa le abandone, o que sus hijos caigan en drogas, o sea, Si hay algún temor constante dentro de usted, entonces eso dividirá su mente.
Segundo, reprime nuestra facultad de pensar y actuar como debemos.
Al dividir nuestra mente, no pensamos con la claridad de vida, de siempre.
Así que comenzamos a sentir las consecuencias.
También causa indecisión, porque a menudo nos sentimos paralizados, cuando tomamos decisiones.
Por ejemplo, alguien que deja todo para después, no actúa por temor, a no hacerlo perfecto, o adecuadamente, a su gusto.
Puede tratarse de una persona muy talentosa, hábil en muchas cosas, pero si cree que no puede hacer algo a la perfección, ¿qué pasa?
Entonces, lo postergará. Es como estar paralizado, no funciona.
Por otro lado, pienso que el temor no se esclaviza con un sentimiento de incertidumbre.
Si vive en temor, mire, una cosa es acercarse a una serpiente, tener sabiamente e irse.
Se trata de un incidente. ¿Qué sucedió en un momento preciso?
Pero es distinto tenerle miedo a algo que conoce, está presente, como algo continuo.
Quizás el médico le diagnosticó esto y lo otro, o le ocurrió algo a su hija o a su hijo.
Quizás se trate de algún problema económico. Muchas cosas, pueden caer en esa categoría.
Pero el temor permanece allí y no desaparece. ¿Cómo debemos confrontarlo?
Sin duda alguna, bloquean nuestro crecimiento espiritual, el vivir en temor, pensemos en esto.
Por un lado, sabemos mucho acerca de Dios. Pero por otro vivimos con temor que no viene de Dios.
Dios tiene una voluntad para nuestras vidas, pero por temor no andamos en ella.
Quizás podríamos hacer mucho más de lo que hacemos y solo confiamos en él en vez de pensar Solo puedo hacer esto, y mirar a alguien más y decir, no puedo hacer eso.
Dios no espera que hagamos lo mismo.
Lo que sea que él nos llame a hacer, nos llame a serlo al grado que encaje en su voluntad, propósito y plan para nuestra vida.
Dios no espera que estemos a la altura de otra persona, cuando otros establecen sus expectativas en cuanto a nuestra vida, a veces nos falta confianza y nos volvemos temerosos.
Y la verdad es que nunca podemos ser las personas que dios quiere que seamos, ni lograr lo que él quiere que alcancemos mientras tengamos miedo.
Mientras el temor nos domine, no podemos hacerlo.
Entonces, al pensar en cómo nos afecta esto, consideremos nuestra salud por un momento, porque el temor, sin duda, afecta nuestra salud física.
Porque no hay duda de que nuestro ser emocional afecta todo nuestro cuerpo.
Escucho lo siguiente, el temor está ligado a enfermedades cardiovasculares, hipertensión, jaquecas, estrés, úlcera, desordenes digestivos y de la piel.
Si alguien siempre anda preocupado y temeroso, por algo, eso le afectará.
Tal vez afecte su manera de comer lo que come la cantidad.
Influye si hace uno ejercicio físico.
Así que, nuestro sistema es emocional, no es solo algo que sentimos y sabemos aquí, sino que afecta todo nuestro cuerpo.
Así es el poder de nuestras emociones. La pregunta es, ¿cómo lo confrontamos?
¿Cómo enfrentar el temor? Mucha atención.
Lo que diré, parecerá muy sencillo, Pero no habló Jesucristo en parábolas.
Él no dificultó las cosas. Sé que funciona. No hay duda en mi mente de que funcione.
Deseo que veamos un pasaje bíblico, y quisiera que lo veamos con esta perspectiva y le digamos bien, señor, Creo que le tengo temor a esto, lo que sea.
Quisiera que lo confrontemos a la luz de lo siguiente.
Primero que todo, reconocer su presencia, Digamos que usted tiene algún problema financiero y teme perder todas sus posesiones, y mucha gente está en esa situación.
Cualquiera sea el temor en su vida, sea lo que sea.
Primero, reconozca que está allí.
El siguiente paso es identificar, ¿cuál es la causa de dónde proviene?
¿Por qué tengo miedo de eso?
¿Se debe a algo que alguien inculcó en su modo de razonamiento?
¿O es algo que ha hecho y tenía las consecuencias en otras palabras.
¿Cuál es el verdadero origen? Entonces, le temo a esto, Y este es el origen. Son dos puntos importantes.
Lo tercero es, escuche, mientras nos enfoquemos, en lo que es el temor, no se volverá más pequeño.
Mientras más nos concentremos, ¿qué pasa?
Consumirá mayor parte de nuestra vida, influirá más en nuestras decisiones y en nuestro carácter, o lo que sea.
Hay que cambiar el enfoque.
Si deseamos superar el temor y ser libres, debemos cambiar nuestra atención, quitarla del temor y concentrarla en Dios.
Debemos hacer lo siguiente, poner nuestro enfoque inmediatamente en el arma más poderosa, Mire, el arma más poderosa que podemos tener en tiempo de temor.
¿Y qué es? La palabra de Dios.
Con eso en mente regresemos a Isaías cuarenta y uno, y quisiera que lo vea la luz de quién es usted, y lo que está enfrentando en su vida.
¿Y cuál es su temor? Vayamos a Isaías cuarenta y uno, versículo diez, porque lo veo como un ancla.
O sea, cualquier tiempo está aquí enfrente en lo que respecta al temor, Mi ancla es esta, dice el versículo, diez, primero dice, no temas, ¿Por qué?
¿Por qué yo estoy contigo? ¿Quién es él?
Dios, el soberano creador del universo, quien dice la Biblia que ha establecido su trono en los cielos y su reino domina sobre todo.
Así que él dice, no temas, Y mire, una cosa es que alguien le diga, no le tengas miedo a eso, pero otra es que Dios le diga, no temas.
¿Por qué? No temas porque yo estoy contigo. Jehová, dios está contigo, mire, no desmayes.
Esa es una de las fuerzas más importantes en toda la Biblia en cuanto a vencer, lo que sea, no desmayes.
¿Sabe por qué lo dijo? Porque decía que pongamos nuestra atención en él.
Mientras nos concentremos en nuestro temor, crecerá y crecerá más. Lo haremos más importante y perjudicial.
No desmayes. Escuche bien, mire, no desmayes, porque yo soy tú, Dios.
No solo tu amigo, sino soy tu Dios. Soy el creador soberano del universo, soy tu Dios.
Soy tu Dios personal. Y luego dice, dice, yo soy tu Dios que te esfuerzo.
¿Cuánta fuerza tiene Dios? ¿Es omnipotente? Dice que te esfuerzo, siempre te ayudaré.
¿Por qué dijo siempre? Para darnos seguridad de eso, porque yo soy el que soy, porque te amo, porque soy tu dios, siempre te ayudaré.
Dice, siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
No importa lo que tenga que enfrentar en la vida, estás en mis manos.
Yo, el dios soberano del universo, estás en mis manos. Te sostendré, te levantaré. Te fortaleceré.
Yo soy tu Dios. No hay nada en que podamos superar a Dios todopoderoso.
Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Permítame preguntarle, ¿cree lo que dice ese versículo, dígame.
¿Fue cierto hace más de dos mil años? ¿Ha cambiado?
¿Sigue igual, verdad? Y es el mismo Dios que hizo esa promesa, ¿verdad?
Dios cambia, él no cambia.
Si él hizo esa promesa hace más de dos mil años, Mucha atención.
¿Cree usted lo que Dios dijo hace más de dos mil años? Sobre enfrentar nuestros temores.
¿Cree que ese versículo sigue siendo cierto? Si en verdad lo cree, Dígalo en dos alta.
De acuerdo. Y eso significa que acepta esta verdad, ¿Qué es su Dios hadillo?
¿Qué es su Dios? Pues, lo ha aceptado mediante Jesucristo, y que él le ayudará, éltará con usted, él le sostendrá, él le fortalecerá dice que siempre le sustentarán la diestra de su justicia.
¿Es eso cierto? Si usted es creyente, ¿cree que esto es cierto en su vida hoy?
Así que no importa lo que enfrente, cree que el Dios del universo Le has dado una promesa personal.
Siempre te sustentaré. Te esforzaré. Estaré contigo. Soy tú, Dios.
¿Cree usted que Dios es lo suficientemente confiable?
Para tomar su temor, el que sea, y decirle, señor, Sé que esto ya no tiene cabida en mi vida.
Así que, te tomaré la palabra ideadora, en adelante concentraré mi atención en ti.
Te entrego mi temor.
Lo entrego basándome en quién eres y en lo que has dicho.
La pregunta es, ¿cree usted que Dios es quien dice ser, amén?
¿Cree que Dios haga lo que promete? Amén.
Entonces, no debe seguir llevando ese temor. Mire, ¿Sabe a qué se reduce todo esto?
Es una batalla de fe.
Mire, cuando alguien firme estar de acuerdo con lo que usted acaba de decir que cree la palabra de Dios, si está de acuerdo y lo dijo de corazón, Pero tiene dudas al respecto.
¿Afecta su duda a Dios? ¿No, amén? ¿No?
No cambia nada lo que él dijo, no es verdad.
Si no afecta a Dios ni cambia lo que él dijo, Entonces, ¿tiene razón de aferrarse a ese temor?
Si Dios le ha dicho que no es necesario.
Siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia, o sea, lo que enfrentes en la vida.
El dios soberano del universo le sostendrá, y le ayudará a superar lo que sea. ¿Amen?
Lo que sea, Tal vez, usted no sea creyente y diga, ¿funciona esto en mi caso?
No, no funciona. Le diré por qué no funcionará.
Porque si rechaza el Señor Jesucristo, que es su único salvador, al rechazarlo como su salvador, rechaza lo mejor de la vida, rechaza la vida eterna, rechaza el amor de Dios, rechaza su voluntad, plan y propósito para su vida.
Rechaza lo mejor de la vida. Mire, rechaza la vida misma. Que Dios todopoderoso quiere para usted.
Tiene mucho, deje tener temor, porque un día tocará morir.
Y la Biblia nos dice esto, está establecido para los hombres que mueren una sola vez, y después de esto, el juicio, Tiene muchas razones para temer.
No tiene que ser así. Si está dispuesto a pedirle a Jesucristo que perdone sus pecados.
En serio, con sinceridad. Pídele que le perdone, no basándose en todas las cosas que hará por él.
Sino basándose en que, al ir a la cruz, él pagó todos sus pecados.
Su intención fue quitar sus temores, y darle paz seguridad de confianza para enfrentar cualquier cosa en la vida, no importa lo que sea.
¿Así es él? Cuando usted le acepte como Salvador, todo lo que ha escuchado será realidad en su vida.
No está de acuerdo. Que es mejor vivir para Dios, que vivir en temor y certidumbre, dudas, sabiendo que un día en el futuro estará frente a Dios y todas sus buenas acciones.
Mire, Dios ya ha declarado, lo siguiente que, no, No importa lo que haga ni cuán bueno sea.
Es como tratos de inmundicia. Mire, en cuanto a salvarnos de pecados, Las buenas obras nunca sirven, lo dice Dios.
Así que le exhorto a aceptar a Cristo como su salvador. Amén. Padre, ¿cuánto te agradecemos?
Por tu gran amor por nosotros. Señor, tú sabes todo sobre el temor.
Todo lo que hay que saber al respecto. Pero dijiste: La paz os dejo.
Mi paz os doy, No como el mundo lo da, no se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
¿Creéis en Dios? Creer también en mí, creemos, y te damos gracias en el nombre de Jesús, Amén.
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