Sabiduría para tiempos difíciles – Dr. Charles Stanley
¿Algunas personas se han llegado a preguntar porque Dios permite que sus hijos pasemos por situaciones difíciles? El Dr. Stanley nos recuerda con la ayuda de la Palabra de Dios, que es justo durante los tiempos difíciles cuando nuestra fe aumenta y dependamos más de Dios. Además, es en medio de los tiempos difíciles que ganamos la sabiduría necesaria para entender que Dios siempre está en control y que tiene un plan único y especial para nuestras vidas. Para más mensajes de Charles Stanley, incluyendo la transmisión de esta semana, visite www.encontacto.org/vea
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En contacto con el Dr.
Joe Stanley, celebra cuarenta y cinco años de la fidelidad de Dios y de llevar el mensaje del evangelio alrededor del mundo.
Hoy en el programa en contacto, sabiduría para tiempos difíciles.
Una de las preguntas que se hace con más frecuencia es esta: ¿Por qué Dios, quien es un padre amoroso, permite que sus hijos pasen por pruebas terribles?
Pruebas dolorosas, ¿por qué las permite?
Decimos que Dios es omnipotente y amoroso, Si él es amoroso y omnipotente, es decir, todopoderoso, de llamarnos lo suficiente para no permitirlas.
Entonces, en verdad, Dios no sabe por qué permite las pruebas.
Simplemente suceden y ya creó Dios todo, se distanció y deja que las cosas pasen sin su intervención, o más bien está involucrado en ellas.
Por ejemplo, pienso en los tornados e inundaciones, y todas las penas, cargas y pruebas que la gente tiene que pasar.
¿Dónde está Dios en todo esto? La respuesta está en la Biblia.
El único lugar donde hallar la respuesta real. Hay toda clase de opiniones.
Algunos dicen, Dios creó el universo, pero se mantiene distante agenno y no interviene en él.
Otras personas dicen, no sé lo que sucede, me es indiferente, pasa ya, aquí estamos, y somos víctimas.
Esa clase de actitud no trae paz, ayuda, ni tranquilidad. ¿Qué dice la palabra de Dios?
Respecto a las pruebas que enfrentamos.
Bueno, vayamos a Santiago, capítulo uno, porque él aborda este tema de cómo enfrentar los tiempos difíciles y hacerlo con sabiduría.
Al leer el segundo versículo, alguien que no sea cristiano, quizás diga, no cuenten conmigo.
Porque es imposible hacer eso. Veamos lo que dice Santiago uno, y notemos que quizás parezca que él habla de tres o cuatro cosas distintas, pero en realidad es el mismo tema.
Santiago, siervo de Dios, y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión salud.
Aquí se refiere a los judíos que habían sido dispersados, por su cautiverio y otros sucesos.
Luego dice, hermanos míos, tener por sumo gozo, ¿Cuándo? Os halléis en diversas pruebas.
Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, más tengan la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna.
Y si alguno debe nosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios el cual da a todos, abundantemente, y sin reproyele será dada.
Pero pida con fe, no dudando nada.
Porque el que dude es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento.
No piense quién tal haga que recibirá cosa alguna del señor.
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
El hermano, que es de humilde condición, gloríese en su exaltación.
Pero el que es rico en su humillación, porque él pasará como la flor de la hierro.
Porque cuando sale el sol con calor abraza la hierba se seca, su flor se cae y perece su hermosa apariencia.
Así también se marchitará el rico con todas sus empresas.
Bienaventura del varón, que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.
Como dije, pareciera que habla de tres o cuatro cosas, pero no, es así.
En la primera parte del capítulo hay una afirmación, que pienso que quien la lea por más de una vez, quizás diga, un momento, ¿realmente quiere decir que tengo que sentir gozo?
Al pasar por momentos difíciles, en otras palabras, digámoslo así.
Es decir, o sea, pruebas y lágrimas, pruebas y dolor, pruebas y cargas, pruebas y rechazo, pruebas y sufrimiento, pero pruebas y gozo no van de la mano.
Bueno, no compaginan, a no ser que entendamos, la perspectiva que Dios tiene de la vida.
Y al leer este capítulo vemos que dice específica y claramente esto, hermanos míos, tener por sumo gozo cuando.
No dice si acaso, sino cuando salleáis en diversas pruebas. No te que habla, de diversas pruebas.
Eso lo abarca todo. Toda clase de dificultad, adversidad y prueba que basamos, Afirma, cuando os halléis, hallarse en pruebas, es que ellas vendrán a nuestra vida, situaciones repentinas que no necesariamente hemos ocasionado.
En esas pruebas dice, debemos gozar, no sé, aquí Santiago no se refiere a un sentimiento alegre y frívolo, se trata de la sensación interna de calma, quietud, paz, tranquilidad y seguridad.
Que es mucho más que solo aplaudir y decir, estoy feliz por esta prueba, eso es no lo que dice Santiago.
Es algo mucho más profundo. Note cómo lo expresa.
Dice, tener, por sumo gozo, cuando falláis en diversas, pero sabiendo que, sabiendo que algo sucede.
Así que, mire, es lo que sabemos durante esas pruebas, lo que marcará la diferencia y definirá si podremos superarlas o no.
Todos podemos recordar alguna prueba que hemos tenido, pienso en la gente que ha pasado por tantas pruebas, en lo que respecta a los desastres naturales y calamidades que han ocurrido en la actualidad aún en este momento.
Tienen razón para cuestionar un momento. ¿Cómo voy a gozarme por todo esto? ¿Cuál es nuestra actitud?
¿Cuál es la actitud correcta al pasar por las dificultades de la vida?
Bueno, al pensar en esto, considero lo que dice Dios en este pasaje, y me hago esta pregunta.
Primero afirma tener por sumo gozo. Luego pareciera que cambiaste el tema de sabiduría. Realmente no ha cambiado el tema.
Lo que quiero decir es que para poder entender las pruebas y hacerlo de manera que podamos tener ese profundo sentido de gozo en nuestro ser, a pesar de la circunstancias, necesitamos tener sabiduría.
Necesito sabiduría para saber cómo verla. Definamos lo que es sabiduría.
Y la Biblia dice que el principio de la sabiduría es el temor a Dios.
La sabiduría es ver las cosas, ver las cosas desde la perspectiva de Dios y reaccionar a ellas conforme a los preceptos bíblicos.
No es suficiente ver las cosas como las ve, Dios.
Debemos actuar conforme a quienes somos, como seguidores de Cristo. Y acorde a lo que dice la Biblia.
Así es tener la perspectiva de Dios y seguir los principios bíblicos que él nos da.
Al hacerlo, por ejemplo, queda de manifiesto que podremos evaluar las circunstancias a la gente, para tomar decisiones acertadas.
Asimismo, podemos basar nuestras decisiones en las experiencias vividas, la situación presente ahora, en nuestros planes futuros.
Pero al recordar diversas situaciones pasadas en el pasado, vemos cómo Dios ha actuado en nuestras vidas.
De igual manera, si somos sabios, debemos preguntarnos, ¿Qué desea Dios que hagamos en una situación en particular?
Sabiduría, ver las cosas desde la perspectiva de Dios es responder adecuadamente.
Ahora, la sabiduría nos capacita enfrentar las pruebas confiada y triunfalmente.
Por eso, dice Santiago, sabiduría, ¿para qué?
Así que, Dios nos da sabiduría, para capacitarnos, para enfrentar tiempos difíciles, y salir, mire, bendecidos, no destruidos, ayudados, no impedidos.
Expresando su amor, no su disgusto.
Entonces, esto se adapta para cualquier prueba que enfrentemos, no importa lo que sea, porque habló de diversas pruebas.
Ahora, pensemos por un momento en, ¿cuál es el propósito de Dios al permitir estas dificultades en nuestra vida?
Bueno, en primer lugar, ¿Cuál es su fin? Probar nuestra fe. Mucha atención a esto.
La palabra que Santiago utiliza aquí es él, término o vocablo griego, doquimión, que quiere decir una fe aprobada.
Y si vamos, por ejemplo, a primera de Pedro uno, versículo seis.
Dice así, versículo seis, en lo cual vosotros os sale Grace a que ahora, por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligido en diversas pruebas.
Afligidos por ellas. Escuche lo que dice, ¿para qué?
Sometida a prueba de opinión, la prueba, la aprobación de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, se halla de alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
¿Qué quiere decir? Simplemente dice, que podemos regocijarnos, aunque pasemos por una prueba en particular.
¿Cómo nos gozamos? Dice, sabiendo que esta prueba es para hallar o probar que nuestra fe es genuina.
Así que mucha atención. Probar que nuestra fe es genuina, es algo mucho más valioso para nosotros.
¿Qué qué? ¿Qué el oro o cualquier clase de metal precioso? Nada se le puede comparar.
Entonces, le pregunto. ¿Diría usted que vale la pena una prueba para que Dios aumente su fe en su vida?
Esa es la única manera. Dice, en diversas pruebas. Dice, ¿para qué se hallaba nuestra fe?
Dios no nos prueba para encontrar falta en nuestra fe.
La prueba de nuestra fe es para fortalecerla, porque la fe que no ha sido probada, es incierta.
Una persona que nunca ha sido examinada, probada, no sabrá si tiene f o no.
Los momentos difíciles de la vida, edifican nuestra fe y la hacen ser lo que dios quiere que sea.
Una razón por la que Dios permite pruebas en nuestra vida, es para edificar nuestra fe.
También lo hace para probar nuestra devoción a Cristo.
Digamos, por ejemplo, que pasamos por dificultades en la vida y dios, a ¿Para qué nos manda esas pruebas?
Para probarnos. Ya, ayudarnos a entender ¿Dónde estamos, en la escala de obediencia a él?
¿Dónde estamos? Si Dios no te manda algo en una prueba, estamos dispuestos a decir, señora, aunque no me graben, no lo escogería.
Te obedeceré, cueste. Lo que cueste.
Mire, la única manera de saber cuán obediente seremos es cuando nuestra obediencia es puesta prueba, al ser aprobados, examinados.
Y vemos que tenemos oportunidades de hacer lo correcto o lo incorrecto.
Cómo saber qué tan obediente somos. ¿Dónde estamos en las de obediencia.
Solamente cuando somos probados, solo cuando se nos ofrecen alternativas a la obediencia.
Podemos escoger obedecer o no a Dios. Entonces, ¿cómo crecemos?
Crecemos cuando nuestra fe es probada, crecemos en nuestra devoción a Cristo al tomar decisiones sabias a prueba de fuego.
Nuestra de la Razones por las que Dios nos manda pruebas, mucha atención.
Es porque le dan una oportunidad de demostrar su amor por nosotros, demostrar su poder en nuestra vida, y demostrar su intenso cuidado y amor por nosotros.
Si todo saliera como queremos, y no tuviéramos que pasar por pruebas ni adversidad, lo damos por sentado.
Cuando oramos más, cuando las cosas empeoran.
Entonces, y una razón por la cual debemos ser sabios, es para reconocer hecho de que a veces, Dios crea una situación en nuestra vida, en la que puede demostrar algo, Puedo darte ese empleo, veinticinco personas lo han pedido, pero te lo daré a ti.
Puedo suplir tu necesidad, aunque no tengas idea de cómo será posible.
Puedo sanarte pese a tu diagnóstico negativo.
Es decir, dios está haciendo algo bueno en nuestras vidas, no importa cuál es en las pruebas.
Al pensar en esto, considero que siempre, uno, de sus propósitos, es desarrollar en nosotros un carácter como el de Cristo.
Dios siempre busca eso. Mire, mucha atención. Cada una de nuestras pruebas tiene, una prescripción divina.
Dios sabe exactamente dónde estamos, dónde quiere que estemos y cómo llevarnos allí.
Sin duda, él actúa en nuestras vidas. Puedo asegurarle algo.
Si yo tuviese unos treinta años, podría ignorar lo que le digo, pero he vivido lo suficiente de tiempo para asegurarle que esto sí funciona, no importa lo que pase.
Sí funciona, siempre y cuando reaccionemos sabiamente, sin culpar a nadie más, sino que pase lo que pase, digamos, señor, ¿qué estás haciendo en mi vida?
Dios está haciéndonos semejantes a Cristo. Ahora, el asunto aquí es este.
Necesitamos sabiduría para discernir cómo reaccionar correctamente. Le daré una lista de diez puntos.
Y le animo a tomar notas.
Si no puede escribir, pídale ayuda a alguien porque lo necesitará.
Número uno, veamos lo que dice.
Dice, tened por sumo gozo cuando os hayéis en varias y diversas pruebas.
Ahora, la pregunta es, ¿cuándo? ¿Cuándo podemos? Gozarnos.
¿De qué debemos estar convencidos para poder gozarnos en esas pruebas? Número uno.
Debemos confiar en que ellos controlan la duración e intensidad de nuestras pruebas.
Para poder superarlas en victoria debemos tener la convicción de que Dios controla la duración e intensidad de nuestras pruebas.
Nada sucede sin su conocimiento. Número dos, Dios tiene un propósito específico para cada prueba. Así es.
Sea que las envíe o las permita.
Tiene en mente un diseño y un propósito claro para lo que hace. Debemos creer.
Tener fe en que Dios tiene el control y un propósito.
Número tres, que Dios diseña cada prueba para suplir una necesidad específica en nuestra vida. ¿Cuándo eramos?
No le decimos, señor, bendéceme. Oramos por algo específico. Dios no envía ni permite pruebas al azar.
Él nos conoce, sabe su propósito, sus metas, lo que quiere que logremos.
Dios diseña las pruebas a nuestra medida.
Por ejemplo, si una dama encarga un vestido, no le diría la modista, háganlo de la talla que le guste.
No sé, lo diría, ni un hombre le dirá el sastre, usa tal talla, pero deme a la que quiera, no lo haría.
Lo quiere a su medida. Dios diseña las pruebas, mire, conforme a su propósito para nuestras vidas.
Por eso no nos hace bien quejarnos de ellas.
Número cuatro, cada prueba nos beneficiará si reaccionamos en fe. Nos beneficiarán si respondemos ese fe.
Si no lo hacemos y objetamos, ¿Qué ocurrirá? Desperdiciaremos nuestro dolor, lamento y sufrimiento, y no ganaremos nada.
Y claro, Cada prueba puede fortalecer nuestra fe, debemos creerlo.
Sin la convicción de que la prueba nos ayudará, fortalecerá, no será semejantes a Cristo, no significará, nos ayudará a ser mejores siervos de Dios.
Entonces, no reaccionaremos bien y no saldremos bendecidos. Es decir, para responder sabiamente, debemos tener estas convicciones.
Asimismo, debemos estar convencidos de que cada prueba es una oportunidad de demostrar perseverancia bajo presión.
Porque uno de nuestros testimonios más grandes es que alguien nos vea pasar por una dificultad en la vida Y que, de alguna manera, mientras otros estarían llorando y quejándose, nos ven con una fe firme, avanzamos, no nos estancamos, tenemos plena confianza y seguridad.
Quizás por dentro lloremos, pero por afuera nuestra perseverancia es muy, muy evidente.
Si tenemos la convicción de que, en verdad, Dios usará las pruebas en nuestra vida para nuestro bien y creemos que podremos perseverar, superaremos esas dificultades con plena seguridad.
Además, debemos creer que cada prueba desarrolla el carácter de Cristo y nosotros, lo dijimos hace rato, que era su propósito.
Con esa convicción, mire, Si pasamos por una situación muy, muy dolorosa, creemos que Jesucristo la usara para hacernos semejantes a él.
Madurarnos, edificar nuestra fe, transformarnos, equipararnos para algo en el futuro. Si no lo creemos, nos responderemos bien.
Si creemos estas cosas, no importa lo que pasemos, podremos superarlo triunfantemente.
También, Debemos estar convencidos de que las pruebas pueden ayudarnos a evaluar nuestro andar espiritual con Dios.
Las pruebas son para evaluar. La última vez que tuve una prueba, ¿qué hice?
Llorar, quejarme, lamentarme, Esta vez, de algún modo, tengo una sensación de calma, paz y seguridad en mi vida.
Porque, Porque Dios nos edifica. Él nos madura. Dios actúa en nuestra vida. O sea, ¿qué está haciendo?
Él nos hace las personas que es diseño que fuésemos. Dios actuó en nuestra vida.
Mire, no significa que ya no seremos sensibles.
No quiere decir que ya no seremos sensibles a otros, pero ya no nos preocupan las cosas que antes nos afligían, porque Dios, nos ha demostrado que él nos ayudará a superarlo sin importar lo que pase.
Desde luego, Solo nos gozaremos y sabemos que Dios está con nosotros en cada prueba, a nuestro lado, que al al final, resultará en algo bueno.
¿Cree que Dios está con usted?
Por eso afirmo que cuando alguien dice, estoy desesperado, y yo era desconsolada y desesperadamente sin saber qué es.
¿Dónde está Cristo? No significa que seamos.
Insensibles al sufrimiento y al dolor, solo preguntarnos, ¿cuál es la reacción sabia La respuesta sabia al señor, esto no me agrada.
Podemos decirle, mas vale decírselo, de todas maneras, él ya lo sabe.
Sabe que no nos gusta, sabe que sufrimos, conoce nuestro dolor, lo que cambiaríamos, y que no nos gusta lo que está haciendo.
Eso no le molesta. ¿Sabe lo que hace?
Mantiene la presión hasta quebrantar nuestra terca voluntad y le digamos, está bien, señor.
A veces es muy cómico pensar en cuán pacientes Dios y que, sin importar lo que pensemos o sintamos, ¿él sabe lo que hace?
Creo que quizás a veces Dios sonríe.
Porque mientras estamos quejándonos y llorando, él ve algo maravilloso que hará en nuestra vida, y él dice, y poco a poco nos va llevando.
Y él sabe que cuando lleguemos diremos, gracias, gracias, gracias, gracias por no haberme dado lo que pedía.
Gracias, Amado Dios, por no hacer lo que quería que hicieras.
Y la razón es esta, dios nos ama tanto.
Para sucumbir ante nuestras quejas, porque tiene algo grande para nuestras vidas.
También debemos creer que podemos vencer toda prueba con la gracia y el poder de Dios.
Si creemos esas diez cosas, seremos sabios para enfrentar cualquier cosa.
Que Dios permite en nuestra vida. Ahora, la pregunta es esta, ¿cómo reaccionar?
¿Las pruebas están allí seguirán viniendo, seguirán aumentando?
Cuando se tornen más difíciles, recordemos que Dios tiene algo cada vez mejor, no peor y peor.
El asunto es, ¿cómo reaccionará las pruebas, las cargas y las cosas que dios permite en nuestras vidas?
¿Para qué? Cuando él nos lleve a ese punto, estemos listos, preparados, y nuestra influencia y habilidades, y nuestro testimonio sean de impacto.
En la vida de alguien, que necesite lo que sabemos. Quizás diga, ni siquiera soy creyente.
No, no, no me habla cerca. Ese gozo. Ni siquiera soy creyente, eso lo entiendo.
Permítame preguntarle, ¿al pasar por problemas a quién tiene?
Tal vez diga mi madre, mi padre, mis amigos. ¿Qué pueden hacer por usted?
¿Pueden hacer esto y lo otro? Cuando llegan los momentos críticos, hay cosas que nadie puede ayudar a hacer.
No pueden darnos un segundo más de vida, pero Dios puede.
Hay situaciones de las que no pueden protegernos, porque no están allí.
Y así podría mencionar miles de cosas.
Lo más importante en su vida es su relación personal con Cristo, que comienza cuando usted le pide perdón por sus pecados, Cree que su muerte los pagó en el calvario, lo invita a su vida, y se rinde a él.
Así él estará en y con usted.
Y al andar sabiamente con él, Dios se encargará de todo lo que hemos dicho.
¿Qué opción tiene? Mire, es esto, andar solo.
Quizás solo diga, no estoy solo, tengo a mucha gente. No, solo los tiene temporalmente.
¿O tiene vida en Cristo o no, la tiene?
Lo más sabio que puede hacer ahora mismo, es aceptar a Cristo. En su vida.
Dígale que sabe cuánto usted se ha equivocado.
No está listo para vivir como agrada Dios, ni siquiera es apto para una vida feliz y pacífica.
Y hay tantas personas a nuestro alrededor que tienen esto, aquello y lo otro, tienen toda clase de reconocimiento popularidad, etcétera.
Pero cuando se acuestan a dormir, le apagan la luz, ¿Sabe qué? Son desdichados.
Si no son infelices, están preocupados.
Permítame preguntarle, como creyente si lo es, ¿qué tiene usted que realmente le pertenece, que en verdad puede poner su fe y confianza en eso.
Que no podría perder en un instante nada.
Si tiene a Cristo, lo tiene todo en mi oración es que así sea.
Padre, te pido que el Espíritu Santo despiertes del corazón de las personas que escuchen y vean.
Que han sido engañadas a creer que están bien.
Cuando la única esperanza del cielo es Cristo.
Cuando el único amigo verdadero y eterno es Jesucristo, el único que puede atender TODO ASPECTO DE NUESTRAS VIDAS ES CRISTO.
CONCEDENLES SABIDURÍA SIMPLE PARA DECIR SI, en este mismo instante.
Te damos gracias en el nombre de Jesús.
Amén.
En contacto con el Dr.
Joe Stanley, celebra cuarenta y cinco años de la fidelidad de Dios y de llevar el mensaje del evangelio alrededor del mundo.
Hoy en el programa en contacto, sabiduría para tiempos difíciles.
Una de las preguntas que se hace con más frecuencia es esta: ¿Por qué Dios, quien es un padre amoroso, permite que sus hijos pasen por pruebas terribles?
Pruebas dolorosas, ¿por qué las permite?
Decimos que Dios es omnipotente y amoroso, Si él es amoroso y omnipotente, es decir, todopoderoso, de llamarnos lo suficiente para no permitirlas.
Entonces, en verdad, Dios no sabe por qué permite las pruebas.
Simplemente suceden y ya creó Dios todo, se distanció y deja que las cosas pasen sin su intervención, o más bien está involucrado en ellas.
Por ejemplo, pienso en los tornados e inundaciones, y todas las penas, cargas y pruebas que la gente tiene que pasar.
¿Dónde está Dios en todo esto? La respuesta está en la Biblia.
El único lugar donde hallar la respuesta real. Hay toda clase de opiniones.
Algunos dicen, Dios creó el universo, pero se mantiene distante agenno y no interviene en él.
Otras personas dicen, no sé lo que sucede, me es indiferente, pasa ya, aquí estamos, y somos víctimas.
Esa clase de actitud no trae paz, ayuda, ni tranquilidad. ¿Qué dice la palabra de Dios?
Respecto a las pruebas que enfrentamos.
Bueno, vayamos a Santiago, capítulo uno, porque él aborda este tema de cómo enfrentar los tiempos difíciles y hacerlo con sabiduría.
Al leer el segundo versículo, alguien que no sea cristiano, quizás diga, no cuenten conmigo.
Porque es imposible hacer eso. Veamos lo que dice Santiago uno, y notemos que quizás parezca que él habla de tres o cuatro cosas distintas, pero en realidad es el mismo tema.
Santiago, siervo de Dios, y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión salud.
Aquí se refiere a los judíos que habían sido dispersados, por su cautiverio y otros sucesos.
Luego dice, hermanos míos, tener por sumo gozo, ¿Cuándo? Os halléis en diversas pruebas.
Sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia, más tengan la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales sin que os falte cosa alguna.
Y si alguno debe nosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios el cual da a todos, abundantemente, y sin reproyele será dada.
Pero pida con fe, no dudando nada.
Porque el que dude es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento.
No piense quién tal haga que recibirá cosa alguna del señor.
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
El hermano, que es de humilde condición, gloríese en su exaltación.
Pero el que es rico en su humillación, porque él pasará como la flor de la hierro.
Porque cuando sale el sol con calor abraza la hierba se seca, su flor se cae y perece su hermosa apariencia.
Así también se marchitará el rico con todas sus empresas.
Bienaventura del varón, que soporta la tentación, porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que le aman.
Como dije, pareciera que habla de tres o cuatro cosas, pero no, es así.
En la primera parte del capítulo hay una afirmación, que pienso que quien la lea por más de una vez, quizás diga, un momento, ¿realmente quiere decir que tengo que sentir gozo?
Al pasar por momentos difíciles, en otras palabras, digámoslo así.
Es decir, o sea, pruebas y lágrimas, pruebas y dolor, pruebas y cargas, pruebas y rechazo, pruebas y sufrimiento, pero pruebas y gozo no van de la mano.
Bueno, no compaginan, a no ser que entendamos, la perspectiva que Dios tiene de la vida.
Y al leer este capítulo vemos que dice específica y claramente esto, hermanos míos, tener por sumo gozo cuando.
No dice si acaso, sino cuando salleáis en diversas pruebas. No te que habla, de diversas pruebas.
Eso lo abarca todo. Toda clase de dificultad, adversidad y prueba que basamos, Afirma, cuando os halléis, hallarse en pruebas, es que ellas vendrán a nuestra vida, situaciones repentinas que no necesariamente hemos ocasionado.
En esas pruebas dice, debemos gozar, no sé, aquí Santiago no se refiere a un sentimiento alegre y frívolo, se trata de la sensación interna de calma, quietud, paz, tranquilidad y seguridad.
Que es mucho más que solo aplaudir y decir, estoy feliz por esta prueba, eso es no lo que dice Santiago.
Es algo mucho más profundo. Note cómo lo expresa.
Dice, tener, por sumo gozo, cuando falláis en diversas, pero sabiendo que, sabiendo que algo sucede.
Así que, mire, es lo que sabemos durante esas pruebas, lo que marcará la diferencia y definirá si podremos superarlas o no.
Todos podemos recordar alguna prueba que hemos tenido, pienso en la gente que ha pasado por tantas pruebas, en lo que respecta a los desastres naturales y calamidades que han ocurrido en la actualidad aún en este momento.
Tienen razón para cuestionar un momento. ¿Cómo voy a gozarme por todo esto? ¿Cuál es nuestra actitud?
¿Cuál es la actitud correcta al pasar por las dificultades de la vida?
Bueno, al pensar en esto, considero lo que dice Dios en este pasaje, y me hago esta pregunta.
Primero afirma tener por sumo gozo. Luego pareciera que cambiaste el tema de sabiduría. Realmente no ha cambiado el tema.
Lo que quiero decir es que para poder entender las pruebas y hacerlo de manera que podamos tener ese profundo sentido de gozo en nuestro ser, a pesar de la circunstancias, necesitamos tener sabiduría.
Necesito sabiduría para saber cómo verla. Definamos lo que es sabiduría.
Y la Biblia dice que el principio de la sabiduría es el temor a Dios.
La sabiduría es ver las cosas, ver las cosas desde la perspectiva de Dios y reaccionar a ellas conforme a los preceptos bíblicos.
No es suficiente ver las cosas como las ve, Dios.
Debemos actuar conforme a quienes somos, como seguidores de Cristo. Y acorde a lo que dice la Biblia.
Así es tener la perspectiva de Dios y seguir los principios bíblicos que él nos da.
Al hacerlo, por ejemplo, queda de manifiesto que podremos evaluar las circunstancias a la gente, para tomar decisiones acertadas.
Asimismo, podemos basar nuestras decisiones en las experiencias vividas, la situación presente ahora, en nuestros planes futuros.
Pero al recordar diversas situaciones pasadas en el pasado, vemos cómo Dios ha actuado en nuestras vidas.
De igual manera, si somos sabios, debemos preguntarnos, ¿Qué desea Dios que hagamos en una situación en particular?
Sabiduría, ver las cosas desde la perspectiva de Dios es responder adecuadamente.
Ahora, la sabiduría nos capacita enfrentar las pruebas confiada y triunfalmente.
Por eso, dice Santiago, sabiduría, ¿para qué?
Así que, Dios nos da sabiduría, para capacitarnos, para enfrentar tiempos difíciles, y salir, mire, bendecidos, no destruidos, ayudados, no impedidos.
Expresando su amor, no su disgusto.
Entonces, esto se adapta para cualquier prueba que enfrentemos, no importa lo que sea, porque habló de diversas pruebas.
Ahora, pensemos por un momento en, ¿cuál es el propósito de Dios al permitir estas dificultades en nuestra vida?
Bueno, en primer lugar, ¿Cuál es su fin? Probar nuestra fe. Mucha atención a esto.
La palabra que Santiago utiliza aquí es él, término o vocablo griego, doquimión, que quiere decir una fe aprobada.
Y si vamos, por ejemplo, a primera de Pedro uno, versículo seis.
Dice así, versículo seis, en lo cual vosotros os sale Grace a que ahora, por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligido en diversas pruebas.
Afligidos por ellas. Escuche lo que dice, ¿para qué?
Sometida a prueba de opinión, la prueba, la aprobación de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual, aunque perecedero se prueba con fuego, se halla de alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.
¿Qué quiere decir? Simplemente dice, que podemos regocijarnos, aunque pasemos por una prueba en particular.
¿Cómo nos gozamos? Dice, sabiendo que esta prueba es para hallar o probar que nuestra fe es genuina.
Así que mucha atención. Probar que nuestra fe es genuina, es algo mucho más valioso para nosotros.
¿Qué qué? ¿Qué el oro o cualquier clase de metal precioso? Nada se le puede comparar.
Entonces, le pregunto. ¿Diría usted que vale la pena una prueba para que Dios aumente su fe en su vida?
Esa es la única manera. Dice, en diversas pruebas. Dice, ¿para qué se hallaba nuestra fe?
Dios no nos prueba para encontrar falta en nuestra fe.
La prueba de nuestra fe es para fortalecerla, porque la fe que no ha sido probada, es incierta.
Una persona que nunca ha sido examinada, probada, no sabrá si tiene f o no.
Los momentos difíciles de la vida, edifican nuestra fe y la hacen ser lo que dios quiere que sea.
Una razón por la que Dios permite pruebas en nuestra vida, es para edificar nuestra fe.
También lo hace para probar nuestra devoción a Cristo.
Digamos, por ejemplo, que pasamos por dificultades en la vida y dios, a ¿Para qué nos manda esas pruebas?
Para probarnos. Ya, ayudarnos a entender ¿Dónde estamos, en la escala de obediencia a él?
¿Dónde estamos? Si Dios no te manda algo en una prueba, estamos dispuestos a decir, señora, aunque no me graben, no lo escogería.
Te obedeceré, cueste. Lo que cueste.
Mire, la única manera de saber cuán obediente seremos es cuando nuestra obediencia es puesta prueba, al ser aprobados, examinados.
Y vemos que tenemos oportunidades de hacer lo correcto o lo incorrecto.
Cómo saber qué tan obediente somos. ¿Dónde estamos en las de obediencia.
Solamente cuando somos probados, solo cuando se nos ofrecen alternativas a la obediencia.
Podemos escoger obedecer o no a Dios. Entonces, ¿cómo crecemos?
Crecemos cuando nuestra fe es probada, crecemos en nuestra devoción a Cristo al tomar decisiones sabias a prueba de fuego.
Nuestra de la Razones por las que Dios nos manda pruebas, mucha atención.
Es porque le dan una oportunidad de demostrar su amor por nosotros, demostrar su poder en nuestra vida, y demostrar su intenso cuidado y amor por nosotros.
Si todo saliera como queremos, y no tuviéramos que pasar por pruebas ni adversidad, lo damos por sentado.
Cuando oramos más, cuando las cosas empeoran.
Entonces, y una razón por la cual debemos ser sabios, es para reconocer hecho de que a veces, Dios crea una situación en nuestra vida, en la que puede demostrar algo, Puedo darte ese empleo, veinticinco personas lo han pedido, pero te lo daré a ti.
Puedo suplir tu necesidad, aunque no tengas idea de cómo será posible.
Puedo sanarte pese a tu diagnóstico negativo.
Es decir, dios está haciendo algo bueno en nuestras vidas, no importa cuál es en las pruebas.
Al pensar en esto, considero que siempre, uno, de sus propósitos, es desarrollar en nosotros un carácter como el de Cristo.
Dios siempre busca eso. Mire, mucha atención. Cada una de nuestras pruebas tiene, una prescripción divina.
Dios sabe exactamente dónde estamos, dónde quiere que estemos y cómo llevarnos allí.
Sin duda, él actúa en nuestras vidas. Puedo asegurarle algo.
Si yo tuviese unos treinta años, podría ignorar lo que le digo, pero he vivido lo suficiente de tiempo para asegurarle que esto sí funciona, no importa lo que pase.
Sí funciona, siempre y cuando reaccionemos sabiamente, sin culpar a nadie más, sino que pase lo que pase, digamos, señor, ¿qué estás haciendo en mi vida?
Dios está haciéndonos semejantes a Cristo. Ahora, el asunto aquí es este.
Necesitamos sabiduría para discernir cómo reaccionar correctamente. Le daré una lista de diez puntos.
Y le animo a tomar notas.
Si no puede escribir, pídale ayuda a alguien porque lo necesitará.
Número uno, veamos lo que dice.
Dice, tened por sumo gozo cuando os hayéis en varias y diversas pruebas.
Ahora, la pregunta es, ¿cuándo? ¿Cuándo podemos? Gozarnos.
¿De qué debemos estar convencidos para poder gozarnos en esas pruebas? Número uno.
Debemos confiar en que ellos controlan la duración e intensidad de nuestras pruebas.
Para poder superarlas en victoria debemos tener la convicción de que Dios controla la duración e intensidad de nuestras pruebas.
Nada sucede sin su conocimiento. Número dos, Dios tiene un propósito específico para cada prueba. Así es.
Sea que las envíe o las permita.
Tiene en mente un diseño y un propósito claro para lo que hace. Debemos creer.
Tener fe en que Dios tiene el control y un propósito.
Número tres, que Dios diseña cada prueba para suplir una necesidad específica en nuestra vida. ¿Cuándo eramos?
No le decimos, señor, bendéceme. Oramos por algo específico. Dios no envía ni permite pruebas al azar.
Él nos conoce, sabe su propósito, sus metas, lo que quiere que logremos.
Dios diseña las pruebas a nuestra medida.
Por ejemplo, si una dama encarga un vestido, no le diría la modista, háganlo de la talla que le guste.
No sé, lo diría, ni un hombre le dirá el sastre, usa tal talla, pero deme a la que quiera, no lo haría.
Lo quiere a su medida. Dios diseña las pruebas, mire, conforme a su propósito para nuestras vidas.
Por eso no nos hace bien quejarnos de ellas.
Número cuatro, cada prueba nos beneficiará si reaccionamos en fe. Nos beneficiarán si respondemos ese fe.
Si no lo hacemos y objetamos, ¿Qué ocurrirá? Desperdiciaremos nuestro dolor, lamento y sufrimiento, y no ganaremos nada.
Y claro, Cada prueba puede fortalecer nuestra fe, debemos creerlo.
Sin la convicción de que la prueba nos ayudará, fortalecerá, no será semejantes a Cristo, no significará, nos ayudará a ser mejores siervos de Dios.
Entonces, no reaccionaremos bien y no saldremos bendecidos. Es decir, para responder sabiamente, debemos tener estas convicciones.
Asimismo, debemos estar convencidos de que cada prueba es una oportunidad de demostrar perseverancia bajo presión.
Porque uno de nuestros testimonios más grandes es que alguien nos vea pasar por una dificultad en la vida Y que, de alguna manera, mientras otros estarían llorando y quejándose, nos ven con una fe firme, avanzamos, no nos estancamos, tenemos plena confianza y seguridad.
Quizás por dentro lloremos, pero por afuera nuestra perseverancia es muy, muy evidente.
Si tenemos la convicción de que, en verdad, Dios usará las pruebas en nuestra vida para nuestro bien y creemos que podremos perseverar, superaremos esas dificultades con plena seguridad.
Además, debemos creer que cada prueba desarrolla el carácter de Cristo y nosotros, lo dijimos hace rato, que era su propósito.
Con esa convicción, mire, Si pasamos por una situación muy, muy dolorosa, creemos que Jesucristo la usara para hacernos semejantes a él.
Madurarnos, edificar nuestra fe, transformarnos, equipararnos para algo en el futuro. Si no lo creemos, nos responderemos bien.
Si creemos estas cosas, no importa lo que pasemos, podremos superarlo triunfantemente.
También, Debemos estar convencidos de que las pruebas pueden ayudarnos a evaluar nuestro andar espiritual con Dios.
Las pruebas son para evaluar. La última vez que tuve una prueba, ¿qué hice?
Llorar, quejarme, lamentarme, Esta vez, de algún modo, tengo una sensación de calma, paz y seguridad en mi vida.
Porque, Porque Dios nos edifica. Él nos madura. Dios actúa en nuestra vida. O sea, ¿qué está haciendo?
Él nos hace las personas que es diseño que fuésemos. Dios actuó en nuestra vida.
Mire, no significa que ya no seremos sensibles.
No quiere decir que ya no seremos sensibles a otros, pero ya no nos preocupan las cosas que antes nos afligían, porque Dios, nos ha demostrado que él nos ayudará a superarlo sin importar lo que pase.
Desde luego, Solo nos gozaremos y sabemos que Dios está con nosotros en cada prueba, a nuestro lado, que al al final, resultará en algo bueno.
¿Cree que Dios está con usted?
Por eso afirmo que cuando alguien dice, estoy desesperado, y yo era desconsolada y desesperadamente sin saber qué es.
¿Dónde está Cristo? No significa que seamos.
Insensibles al sufrimiento y al dolor, solo preguntarnos, ¿cuál es la reacción sabia La respuesta sabia al señor, esto no me agrada.
Podemos decirle, mas vale decírselo, de todas maneras, él ya lo sabe.
Sabe que no nos gusta, sabe que sufrimos, conoce nuestro dolor, lo que cambiaríamos, y que no nos gusta lo que está haciendo.
Eso no le molesta. ¿Sabe lo que hace?
Mantiene la presión hasta quebrantar nuestra terca voluntad y le digamos, está bien, señor.
A veces es muy cómico pensar en cuán pacientes Dios y que, sin importar lo que pensemos o sintamos, ¿él sabe lo que hace?
Creo que quizás a veces Dios sonríe.
Porque mientras estamos quejándonos y llorando, él ve algo maravilloso que hará en nuestra vida, y él dice, y poco a poco nos va llevando.
Y él sabe que cuando lleguemos diremos, gracias, gracias, gracias, gracias por no haberme dado lo que pedía.
Gracias, Amado Dios, por no hacer lo que quería que hicieras.
Y la razón es esta, dios nos ama tanto.
Para sucumbir ante nuestras quejas, porque tiene algo grande para nuestras vidas.
También debemos creer que podemos vencer toda prueba con la gracia y el poder de Dios.
Si creemos esas diez cosas, seremos sabios para enfrentar cualquier cosa.
Que Dios permite en nuestra vida. Ahora, la pregunta es esta, ¿cómo reaccionar?
¿Las pruebas están allí seguirán viniendo, seguirán aumentando?
Cuando se tornen más difíciles, recordemos que Dios tiene algo cada vez mejor, no peor y peor.
El asunto es, ¿cómo reaccionará las pruebas, las cargas y las cosas que dios permite en nuestras vidas?
¿Para qué? Cuando él nos lleve a ese punto, estemos listos, preparados, y nuestra influencia y habilidades, y nuestro testimonio sean de impacto.
En la vida de alguien, que necesite lo que sabemos. Quizás diga, ni siquiera soy creyente.
No, no, no me habla cerca. Ese gozo. Ni siquiera soy creyente, eso lo entiendo.
Permítame preguntarle, ¿al pasar por problemas a quién tiene?
Tal vez diga mi madre, mi padre, mis amigos. ¿Qué pueden hacer por usted?
¿Pueden hacer esto y lo otro? Cuando llegan los momentos críticos, hay cosas que nadie puede ayudar a hacer.
No pueden darnos un segundo más de vida, pero Dios puede.
Hay situaciones de las que no pueden protegernos, porque no están allí.
Y así podría mencionar miles de cosas.
Lo más importante en su vida es su relación personal con Cristo, que comienza cuando usted le pide perdón por sus pecados, Cree que su muerte los pagó en el calvario, lo invita a su vida, y se rinde a él.
Así él estará en y con usted.
Y al andar sabiamente con él, Dios se encargará de todo lo que hemos dicho.
¿Qué opción tiene? Mire, es esto, andar solo.
Quizás solo diga, no estoy solo, tengo a mucha gente. No, solo los tiene temporalmente.
¿O tiene vida en Cristo o no, la tiene?
Lo más sabio que puede hacer ahora mismo, es aceptar a Cristo. En su vida.
Dígale que sabe cuánto usted se ha equivocado.
No está listo para vivir como agrada Dios, ni siquiera es apto para una vida feliz y pacífica.
Y hay tantas personas a nuestro alrededor que tienen esto, aquello y lo otro, tienen toda clase de reconocimiento popularidad, etcétera.
Pero cuando se acuestan a dormir, le apagan la luz, ¿Sabe qué? Son desdichados.
Si no son infelices, están preocupados.
Permítame preguntarle, como creyente si lo es, ¿qué tiene usted que realmente le pertenece, que en verdad puede poner su fe y confianza en eso.
Que no podría perder en un instante nada.
Si tiene a Cristo, lo tiene todo en mi oración es que así sea.
Padre, te pido que el Espíritu Santo despiertes del corazón de las personas que escuchen y vean.
Que han sido engañadas a creer que están bien.
Cuando la única esperanza del cielo es Cristo.
Cuando el único amigo verdadero y eterno es Jesucristo, el único que puede atender TODO ASPECTO DE NUESTRAS VIDAS ES CRISTO.
CONCEDENLES SABIDURÍA SIMPLE PARA DECIR SI, en este mismo instante.
Te damos gracias en el nombre de Jesús.
Amén.
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