Nuestra intimidad con Dios
¿Quiere conocer mejor a Dios? Aprenda a caminar en el centro de la voluntad del Padre a medida que va conociendo el corazón de Dios revelado en su Palabra. Adopte estos principios bíblicos hoy y comience su viaje hacia una vida mejor. Dios anhela que cada uno de sus hijos tenga una relación personal con Él.
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En contacto, el vídeo de enseñanza del Gutor Joe Stanley alcanzamos al mundo con el evangelio de Jesucristo por medio de una enseñanza bíblica sólida.
Hoy en el programa en contacto nuestra intimidad con Dios.
Se ha dado cuenta de que Dios se ha propuesto reproducir su vida en y por medio de nuestra vida.
Y para que eso suceda, Dios debe revelarse a nosotros, y debe llevarnos a una relación estrecha con él.
Y una relación estrecha con él, es su prioridad suprema. Y, demanda algo de nosotros.
Y, impacta toda nuestra vida.
Por ejemplo, de nuestra relación con Dios, ya sea una relación buena o mala, de allí fluye todo lo demás en nuestra vida.
Así que, nuestra relación con Dios determina cómo vivimos nuestra vida.
Si nuestro estilo de vida es correcto o no, todo depende de eso.
Si yo le preguntaste hoy, ¿tiene usted una relación íntima con Dios mediante su hijo Jesucristo?
Quizás algunos dirán, bueno, no estoy seguro ni siquiera sé de lo que es eso.
Generalmente, al hablar de intimidad hoy, pensamos en intimidad sexual, a eso se ermita a muchas personas.
Lo que ven, lo que tocan, lo que sienten, pero esto es superficial.
La intimidad va más allá de lo que vemos, tocamos y sentimos.
Y en el mensaje de hoy quisiera que veamos, Lo que significa tener una relación íntima con Dios mediante su Hijo Jesucristo, para algunas personas eso es difícil.
Por esta razón piensan, bueno, Si Dios es quien dice ser y él es santo, justo y trasciende por encima de nosotros, es soberano y todas las demás cosas, ¿Cómo yo?
Un pecador puede tener una relación personal con un Dios santo. ¿Cómo es eso posible? De eso quisiera hablar.
Porque, si es posible, es la voluntad de Dios que cada uno de sus hijos tenga una relación estrecha con él, es decir, No basta solo con ser salvo.
No basta solo con ir a la iglesia a leer la Biblia y lo demás es una relación.
Y en nuestros tiempos pareciera que a muchas personas les es difícil mantener una relación.
Hay muchas cosas que pasan en la vida de la gente, y la intimidad no es una de ellas.
Le invito a buscar el Salmo sesenta y tres, Porque si alguien en el Antiguo Testamento realmente tuvo una relación íntima con Dios, fue David, fue perfecto, no lo era.
Y, era pecador, pecó contra Dios como todos nosotros, así que quisiera que veamos la expresión del corazón de un hombre, la evidencia de la relación estrecha de un hombre con Dios padre.
Entonces, en el capítulo sesenta y tres, de los almas desde el versículo uno dice: Dios, Dios mío, eres tú, de madrugada te buscaré, Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela.
En tierra se cae árida donde no hay aguas.
Para ver tu poder y tu gloria, así como te he mirado en el santuario, porque mejores tu misericordia que la vida, Mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en mi vida, en tu nombre alzaré mis manos, como de meollo y de grosura, Escuche como de mi hoyo y de grosura será saciada mi alma y con labios de júbilo te alabará mi boca.
Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite en las vigilias de la noche.
¿Por qué ha sido mi socorro? Y hacían la sombra de tus alas me regocíjaré.
Está mi alma apegada a ti, tu diestra me ha sostenido.
Y aquí la expresión del corazón de un hombre, que no se sacia con cosas materiales, ni con lugares, Prominancia, prestigio y todo lo demás.
Aquí hay un hombre, cuya alma tiene hambre de dios. ¿Y podría usted decir que tiene hambre de Dios?
¿Podría decir que lo más importante en su vida es su relación con Dios?
Podría decir que lo anhela, más que cualquier otra cosa, persona, o cualquier oportunidad.
¿Cuál es su prioridad? ¿Es una relación estrecha con Dios?
¿Intimidad habla de cercanía, de ser uno, de unidad?
Entonces, al ver esto, Lo que deseo que veamos es realmente cómo es la intimidad genuina. ¿En qué consiste?
Porque Dios, desea eso para nosotros, y al ver lo que dijo David, en los almas que tienen hambre sed, anhelo del Dios todopoderoso, alguien quizá diga, ¿Cómo es eso de tener hambre de Dios?
Preste mucha atención. Porque, mire, quizás este sea uno de los mensajes más importantes que haya escuchado.
Porque si no cultivamos lo que hablaré a continuación, pasaremos por la vida y perderemos de vista el propósito supremo por el cual Dios nos creó.
Recuerde lo que dijo, en el principio dijo dijo, creemos al hombre a nuestra imagen.
Y, ¿qué quiere decir con eso? No tanto física, sino imagen de quién es él, espíritu.
Algo tan maravilloso de Dios, así que dijo, Creemos al hombre a nuestra imagen para relacionarnos con él y pueda entender quiénes son, y así puedo amarlo y amarra y derramar sobre ellos bondad, misericordia y todo lo que soy.
Eso es el propósito de Dios. ¿Cómo sería esto? ¿Bueno? Veremos varios puntos sobre esto para que pueda tomar notas.
El primero es este, es una relación íntima espiritual. Y Es decir, es más profunda que la intimidad física.
Y ya que nosotros habita el espíritu santo, tenemos el privilegio.
Y al poder de relacionarnos con el espíritu de Dios, al convertirnos, el espíritu de Dios viene a nuestra vida, a ser que capacitarnos, equipararnos y darnos poder y dirección y guía para nuestras vidas y todo lo que necesitamos.
Tenemos el Espíritu Santo, Y al someternos al espíritu de Dios vivo que mora en nosotros, comenzamos a desarrollar una relación con él, nuestro espíritu, con el suyo.
No hay nada material, no es pedirle cosas a Dios, es desarrollar una relación.
Todo comienza con una relación personal. Y, al hablar de eso, pienso en la idea de una relación personal.
El que consiste en ser abiertos, sinceros, y libres.
Así que no escondemos nada, sino que somos quienes somos.
Pensemos en las veces en qué hora moriré, decimos, a dios lo que queremos que él sepa, solo le confesamos ciertos pecados, y nos arrepentimos hasta cierto punto, la intimidad muestra el corazón.
La intimidad dice, Dios, estoy dispuesto a revelarte mi corazón, mi alma, mi espíritu y todo lo que soy.
Quiero que veas todo en mí, quiero que sepa que no hay nada que esconda.
Una relación personal. Intimidad.
Y luego, al meditar en eso, naturalmente pienso en todo el concepto de confianza, porque si le preguntase, Si tiene una relación con alguien sea su esposo o su esposa, si no hay confianza, no puede haber una relación íntima.
Tiene una relación física, y una relación superficial, pero no hay intimidad.
La intimidad dice: Si no confía en alguien, no puede haber una relación íntima, Entonces, como creyente, por ejemplo, si no confía en Dios, dirá, tengo mis necesidades o no diezmaré porque no creo que Dios haga que el noventa por ciento se igual al ciento por ciento, y no haré tal cosa quizás sea la voluntad de Dios.
Dicho de otro modo, mientras no confiamos en Dios, no podemos tener una relación íntima con él, Porque la intimidad es transparencia absoluta, entrega plena y disposición total.
Y el asunto es la confianza, de hecho, ¿Cuántas veces en los evangelios nos habló Jesús de confiar?
La intimidad dice, estoy dispuesto a confiar en ti.
Y una persona no rinde su vida a Dios porque no confía en él, y quizás le pida que haga algo que no quiera hacer.
O algo que piensa que no puede hacer o algo, en su vida que es, no, no, no puedo hacerlo.
Si confío en Dios, lo obedeceré.
Si lo obedezco es porque lo amo, hay que hacerse la pregunta.
¿Real y verdaderamente tengo una relación íntima con Dios? En verdad confío en Dios.
Se trata de una relación, escuche, no una relación de iglesias y no una relación entre Dios, todo poderoso y yo.
Y en esa relación no solo debe haber confianza, debe haber amor en esa relación.
Vayamos al Samo cuarenta y dos por un momento, Y escuchemos lo que dice El Salmita, porque todo esto es un indicativo de su relación sona estrecha amorosa con el padre.
Escuche, dice en el Salmo cuarenta y dos, versículo primero, cómo el siervo brama por las corrientes, es decir, ha corrido que estás huyendo de algún lobo o un predador, Y dice así, como el siervo brama sediento brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía, Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Podría decir que tengo sed de Dios? ¿Podría decir que tengo hambre de Dios?
¿Podría decir que en verdad lo amo? Ahora, le diré algo con sinceridad.
No me viene a la memoria con actitud del día. Pero sí, me acuerdo hace muchos años.
Recuerdo que al orar le decía a Dios que lo amaba.
Y de pronto me percaté que sentía como que un impedimento bien mi boca.
Finalmente, tuve que decir Dios, no sé si te amo o no.
Por alguna razón no lo siento en mi espíritu suena bien, y lo he dicho por mucho tiempo, te amo, Dios.
Pero ese día el espíritu de Dios me trabó la lengua, para hacerme ver que no sabía de lo que hablaba.
Y comencé a percatarme, que en verdad no lo amaba como Dios, quería que lo amara.
Sentía afecto hacia él.
Y cuando Dios abrió mis ojos y me ayudó a ver, Por algún motivo se me hizo muy difícil aceptar su amor incondicional, porque crecí con la creencia que de algún modo debía merecerlo, que debía ganarme su amor.
Y ese día comprendí no, En verdad no lo amo, siento afecto hacia Dios.
Pero ese fue el comienzo de mi entendimiento, de lo que es un verdadero Amor por Dios.
Pienso también en otro asunto, y se trata del hecho de que haya franquesa y transparencia.
Porque mire, no se puede tener una relación con una alguien a quien se le oculta algún secreto.
A pesar en la manera de vivir de mucha gente, a menudo no es un estilo de vida de sinceridad y transparencia.
¿Y cómo se puede tener una relación con alguien? Que tiene cosas ocultas y secretos reservados.
No se puede, porque Volvemos al tema de la confianza. ¿Qué ocurre?
Pensemos en esto, al orar y hablar con Dios, abrimos totalmente nuestro corazón, le decimos Dios, Sé que peque contra ti, perdóname en el nombre de Jesús, dice primera de Juan uno lo ve, pero, Amén.
Eso no funciona. La transparencia dice: Dios, hoy fui muy, muy, lujurioso. Hoy tuve muchos prejuicios.
Hoy no debí haber abierto mi boca, y dicho eso, fui muy crítico, o cualquier otra cosa, ser abierto sinceros y transparentes.
Dios está con nosotros, y para que haya intimidad debe ser multitud.
Escuche, dios quiere que le conozca. Anénla que le conozca fondo.
Nos creó para revelarse por medio de nosotros y expresarnos su amor.
Él es el gran Dios de amor, y quiere expresarlo, anhelo expresarlo y quiere que nosotros hagamos lo mismo.
Así que, debe haber una parte personal en todo esto, lo que nos lleva al siguiente punto.
Y es que debe haber una relación mutua. Ahora preste mucha atención a lo siguiente.
Escuche, quizás si le pregunto si ahora diría sí. Entonces, le pregunto.
Al orar principalmente, ¿Por qué ahora usted? Lo más probable es que diga por mis necesidades naturalmente.
O por mis amigos o quienes están enfermos o lo que sea.
Bueno, al orar ¿Por cuánto tiempo ahora?
Porque cosas ahora.
Y después, determinar de hablar ¿Por cuánto tiempo escucha?
Miren, no puede haber una relación íntima si usted es el único que habla.
Permítame preguntarle. La última vez que oro se detuvo y decir, señor, esto siento, ahora quiero escuchar lo que tú tienes que decir.
O decimos, bueno, Dios no me habla a mí. Claro que sí habla.
Escuche, Su espíritu le habla a nuestro espíritu, pero hay que estar dispuesto a escuchar para darle tiempo de hablar Si decimos una oración y nos levantamos aunque lo más probable es que no sea la clase de oración que uno hace de rodillas, Pero si oramos y ya, al cabo de un rato estamos dormidos.
Entonces, no escuchamos a dios. Simplemente expresamos nuestros sentimientos.
Intimidad requiere estar dispuesto a escuchar a Dios. ¿Qué quiere decirnos?
Lo cual nos lleva al último punto y es el siguiente, tiempo.
Mire, es una relación que requiere tiempo y esfuerzo para conocer a Dios.
Ahora, escuche, cuando alguien dice, por ejemplo, yo leería a la Biblia, pero estoy muy muy ocupado, no tengo tiempo.
Oh, sé que debo dedicar más tiempo a la oración, pero no tengo tiempo. No tengo tiempo.
No tengo tiempo. Reflexionamos en esas palabras.
Le decimos, al Dios del universo, el creador decimos, Al soberano del universo nuestro sustentador, le decimos a Dios quien es nuestro juez que no tenemos tiempo para él?
¿Quién es la fuente de todo lo que tenemos?
Quién anhela una relación íntima con Dios, requiere tiempo.
Lo que significa, que no se ha dado un día para otro.
Afortunadamente, pude ir a visitar a mi abuelo, a la edad de diecisiete años, me ha escuchado hablar de eso antes, salí siendo rico por dentro, sin darme cuenta que lo era.
Escuche, por lo que le escuché decir, pero recuerdo una de las más impresionantes cosas que dijo, que fue Dios, le habló, y Él escuchó a Dios, y comenzó a contarme lo que Dios había hecho en su vida.
Al salir de allí, le pregunté a Dios, Si le hablaste hacia él, ¿me hablarías a mí?
Si actuaste en su vida de esa forma, ¿cómo actuarías en mi vida?
Quiero escucharte, Dios, quiero que me muestres la verdad. Ahora sucedió eso de la noche a la mañana, no.
Pero estudié la palabra comercial e Airbnb, pedirle, señor, habla mi corazón.
Muéstrame, ayúdame a entender tu voz, que eres tú y no yo.
Dame entendimiento, señor, y Dios lo hace muy claro.
Él nos muestra la verdad de sí mismo. Dios nos revela su verdad mediante su palabra.
Pero también nos mostrará su verdad en la vida.
Desarrollemos un corazón y un espíritu que escuche.
Las personas toman decisiones equivocadas por no escuchar a Dios. Una cosa es segura. Dios nunca nos engañaría.
¿Sabe por qué estoy seguro de eso?
Porque él es Dios, de pureza, justicia y verdad, y no puede engañar ni puede mentir, Dios no puede hacer nada, que vaya en contra de quién es él.
Es el mismo Dios, que mora en nosotros y en la persona del Espíritu Santo.
¿Sabe por qué porque su espíritu le habla al nuestro.
Es su vida conectada a la nuestra decimos, Pero no soy digno de esto.
Escuche, la próxima vez que nos sintamos de esa manera, recordemos esto, que la cruz es el test testimonio supremo de Dios, de su gran amor incondicional por nosotros, pase lo que pase.
Dios sí se interesa por nosotros, y quiere actuar en nuestra vida con su admirable gracia, amor y verdad.
Ahora, esas son las características de una relación íntima genuina, alguien preguntará. Bueno, una vez que tenga esa relación.
¿Qué? Experimentaré. ¿Qué sentiré? ¿Qué resultados veré? Le daré unas palabras. Primero, estabilidad.
Cuando alguien tiene una relación estrecha con él, señor, es como si fuera un anclaínamovible, que no importa qué viento soplo en su contra.
Todo saldrá bien, pues sabemos que Dios está allí en y con nosotros.
Hay un sentido de seguridad interna, que quita los temores.
Pues, Dios no está lejos, sino en nosotros, y tenemos intimidad con él.
Bueno, entonces hay seguridad, estabilidad y serenidad.
Se trata de quietud en nuestro espíritu, que no importa lo que suceda.
Hay ese sentido de quietud, paz y contentamiento. Porque hablamos con Dios y lo escuchamos.
Hemos forjado esa relación. También Aysén, sividad, mucha atención.
No solamente sensibilidad al señor, sino también mucha atención.
Al tener una relación estrecha con él, tenemos todo lo que él es de nuestro lado.
Así que seremos muy sensibles a otra persona.
No me refiero necesariamente a las críticas de otro, quizás, en parte sí, pero seremos sensibles a sus necesidades, su dolor, sus sentimientos, dicho de otra manera, debido a que Dios está en nosotros, él se relaciona con otros.
Mire, mediante su espíritu se identifica con la necesidad espiritual y emocional de los demás, Dios da testimonio de eso.
Aunque ellos no se den el mérito, porque No se da en cuenta que es Dios quien actúa en sus vidas.
Entonces, al pensar en cómo se desarrolla todo esto, consideremos esa espiritual y entendimiento espiritual.
Y al comenzar a desarrollar esa intimidad, comenzamos a entender la palabra de Dios como nunca antes lo habíamos entendido, ¿por qué?
Porque Dios, que le entendamos la Biblia, no es un libro de misterio.
No es un libro de filosofía, es un libro de la verdad.
Que explica la actitud y el corazón de Dios todopoderoso, para que podamos mucha atención.
Como dijimos al principio, Dios nos creó para tener una relación con lo cual requiere que Dios se revele principalmente mediante su palabra y nuestro espíritu, para así llevarnos a esa relación estrecha con él.
Ahora, mire, hay tres barreras. Y tal vez quiera anotarla, son tres barreras.
Y la primera es orgullo. No oro, tengo todo bajo control.
No oro, lo resuelvo solo.
Es orgullo, la razón por la cual la gente no dobla sus rodillas a menos, que sea para una actitud física, por orgullo, ¿cómo se puede ser tan orgulloso para no doblar sus rodillas ante el santo, justo y soberano Dios?
Cada respiro nuestro es donde él. Alguien dirá, no tengo que doblar mi rodilla, ¿no tiene?
Tampoco tenemos ahorrar ni reverenciar a Dios, pero recibimos lo que eso conlleva el orgullo, nos impide doblar nuestras rodillas, que nos mantiene en pecado.
Preferiríamos una relación con alguien más en lugar de Dios.
Lo segundo es rebeldía, pecado.
Si hay pecado en nuestra vida, no hay intimidad con Dios.
Hay quienes dicen, oro, pero nada ocurre, oro, pero dios no me contesta, oro, entonces debemos examinarnos y ver que Dios no es el problema, somos nosotros.
No hay intimidad donde hay rebeldía. Ahora bien, debemos pensar en nuestras propias relaciones.
¿Podría alguien tener una relación íntima con un esposo o esposa que revelen su contra, no se puede.
No tendremos una relación íntima con nuestros hijos, si hay rebeldía, en sus vidas.
Y la última, es muy sencilla.
Si hay orgullo y hay rebeldía, y luego si hay prisa.
Si andamos con prisa, No tendremos una relación estrecha cuando yo requiere tiempo.
Tiempo para leer la biblia. Y meditar en ella. Pensar en ella.
Hacer preguntas, Dios, ¿qué me quieres decir? ¿Cómo se aplica esto a mi vida?
¿Ya es una advertencia? ¿Es esto algo que debo observar en mi vida?
Señor, gracias por esta gran promesa. Tiempo para leer, tiempo para hablar con Dios, tiempo para escucharlo.
No puedo decirle con importantes esto.
Y mire, lo que sucederá, mientras más escuche, Aún más lo escuchará.
Y mientras más se escuche, se sentirá más entusiasmado, y mientras más tenso tus llamado este más tiempo dedicará a escuchar a Dios.
Ahora, si alguien está enamorado, Le gusta escuchar a esa persona.
Y mientras más le ame, más querrá escuchar y hablar.
Dios está dispuesto a decirle mucho más de lo que espera.
Porque, mire, Sé que Dios dio a su hijo por mí, sé que él me dará toda la información.
Y todo lo que necesito.
De eso habla Pablo en romanos al decir, el que no escatimó, ni a su propio hijo, cómo no nos dará con él todas las cosas, claro que él lo hará.
Con eso en mente, ¿podrías te decir que tiene intimidad con Dios?
¿O tendría que decir La perdí.
Y cuando comienzo, ahora mismo. Pensemos en esto.
Algún día de estos, sin importar quienes seamos en nuestra edad, nuestro corazón la tira por última vez.
Y estaremos frente al padre. ¿Será un extraño para nosotros?
¿O queremos tener esa clase de relación íntima?
Mientras estemos aquí, ¿qué hará que nuestra vida cause un impacto en otros?
No por lo que estemos diciendo, sino por lo que Dios, quien mora en nosotros, pueda ser por medio nuestro.
Esa es mi oración por usted.
No se sacie con algo inferior y su relación con Dios menos que intimidan.
Que es la voluntad propósito plan de Dios para usted. Padre cuán agradecido estamos.
Al pensar en ti, Dios admirable santo perfecto. Que tiene una relación íntima con pecadores como nosotros.
Pero por la sangre de tu hijo que nos limpia y santifica para ti, Estás dispuesto a hacerlo.
Te pido que cada persona que escuche este mensaje, crean ellos un descontento ¿SANTO con quiénes son?
Y un hambre de conocerte, más profundamente que antes en el nombre de Jesús,