La oración, nuestra prioridad – Dr. Charles Stanley
La instrucción del apóstol Pablo a los creyentes en Tesalónica fue: “Orad sin cesar” (1 Ts 5.17). ¡Pero, por el ajetreo de la vida diaria, esa puede parecer una orden difícil de cumplir! La realidad es que Dios diseñó la oración para dinamizarnos, no para agotarnos. En este mensaje, el Dr. Stanley enseña que, cuando la oración se vuelve una prioridad en nuestra vida, cosechamos un sinnúmero de beneficios, como tranquilidad, dirección y confianza. Como creyentes, la oración es nuestra actividad más provechosa. Este mensaje fue grabado antes de la crisis de COVID-19. Para proteger a nuestro personal y a la comunidad, estamos siguiendo las pautas de seguridad y practicando el distanciamiento social. Apreciamos su comprensión. Para más mensajes de Charles Stanley, incluyendo la transmisión de esta semana, visite www.encontacto.org/vea
¿Con qué frecuencia ahora usted?
¿De qué trata su oración?
Al orar y hablar con Dios, ¿tiene la certeza de que él contestará su oración?
¿Qué es lo que más le motiva a orar, sobre todas las cosas?
Tal vez, no sea algo bueno, sino dolor, temor, sufrimiento, angustias.
Y permítame preguntarle, ¿qué cree que es lo que más le impide orar?
Quiero orarlo así. Y luego dice, bueno, Dios no contestará eso.
He he hablado tantas veces y no me ha contestado, y a veces dudamos de su palabra.
Pero una de las razones por las que la gente no era, es muy simple.
Se llama pecado. Pecado.
Y cuando hay pecado en su vida, un pecado continuo, no estará muy propenso a querer estar en la presencia de un dios santo, y hablar con él de su vida.
A menos que esté dispuesto y listo a entregársela a Dios y arreglar las cosas con él.
Porque al orar hablamos como un dios santo.
Y hablar con un día santo, estar en su presencia, y el pecado no compaginan.
La oración es la cosa más importante que hacemos.
Hablar con Dios el soberano del universo, con todo poder y conocimiento.
Quién sabe lo que pensamos y sentimos y lo que pediremos aún antes de orar.
Pero venir a él, habiendo evitado al Señor Jesucristo, si usted no lo ha aceptado como su Salvador, olvídese de la oración, hasta que lo acepte como su Salvador, quizás tenga algún dios en su vida, pero fuera de él, nunca alcanzará al único dios eterno y verdadero.
Dios le escuchará. Si usted está dispuesto a pedirle perdón por sus pecados y lo acepta como su salvador, luego lo escuchará abiertamente.
La oración es uno de los eventos más importantes en nuestra vida.
Y uno de los versículos más breves en la Biblia se encuentra en primera Tesalonicense cinco, versículo diecisiete, La invito a buscarlo, un momento.
Podemos leer varios versículos aquí, para prepararnos para esto.
Pablo le escribe a los creyentes Tesadonicenses, y permítanme recordarle esto, él escribió sus epístolas durante la época de Roma, y pensamos que las cosas están mal en este país hoy, eso no es nada.
Comparado con la vida de aquel entonces y la clase de dominio, poder, amenazas, ruina, angustias y atrocidades, y todo lo que tuvieron que enfrentar.
Escuché lo que dice Pablo, desde el versículo dieciséis, de primera Tessa, don License cinco.
Él dice, está siempre gozosos. Si tuviéramos que detenernos, aquí pensaría, no es posible.
Luego dice, orar sin cesar. ¿Qué quiere decir? A eso voy.
Luego, en el versículo dieciocho, dice, da gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
Permítame clarificar algo. Dijo, en todo, en medio de todo, en las circunstancias, en la situación, y yo no tengo que dar.
Gracias por todo lo que venga mi vida, pesar dolor sufrimiento, pero en medio de eso debo darle gracias.
Dad gracias en todo Porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
No apagues al espíritu, al pecar, No menosprecies las profecías al escuchar la verdad, examinándolo todo, retener lo bueno, absteneos de toda especie de mal, y el mismo dios de paz, o satifique por completo y todo vuestro ser espíritu, alma y cuerpo sea guardado, irreprensible, para la venida de nuestro señor Jesucristo.
Qué texto bíblico tan maravilloso, y fíjese bien en lo que dice, orar, sin cesar.
¿Y qué significa eso? Este mensaje se titula La oración, nuestra prioridad.
Ahora, prioridad significa que tiene posición de cierta importancia. O sea, todos tenemos prioridades en la vida.
Alguien sin prioridades no llega mucho en la vida.
Tenemos prioridades, y la prioridad en nuestra vida debe ser, nos dice orar sin cesar, y en breve lo explicaré.
Pero dice esto, no es algo que uno agregue a su vida diaria, O sea, tiene veinticuatro horas diarias, y dedicará cinco minutos a orar, es más importante que eso.
Es hablar con el padre celestial.
Entonces, al pensar en la oración como prioridad, la palabra misma prioridad implica oposición. De importancia.
No es un lugar de indiferencia en nuestra vida, y también implica frecuencia.
Entonces, ¿Qué quiero decir, ahora, sin cesar?
¿Acaso es susurrar todo el tiempo, señor, ayúdame, señor, ayúdame, señor, Dios bendice esto, y lo otro, dame esto, y aquello para nada significa eso.
Quiere decir una recurrencia continua de algo. No que suceda continuamente, sino una recurrencia continua.
Por ejemplo, usted se despierte en la mañana y le pide al señor dirección a su vida, que le ayude, fortalezca y le dé sabiduría, luego siga adelante con su familia, prepara el desayuno, lo que sea, Alista a sus hijos para la escuela.
Y ahora, señor, te pido que los protejas hoy.
Se sube a su automóvil, le agradece por llevarle con bien a su trabajo, En su camino piensa en algún compañero de trabajo con quien tiene problemas y le habla a Dios de eso, es una recurrencia, pero es una recurrencia continua.
Y piense en esto, piense en un día cualquiera.
¿Cuántas veces necesitamos pedirle a Dios que nos dirija ayuda y fortalezca que nos de guía, que nos de algo que necesitamos.
A eso se refiere Pablo con orar sin cesar. Es un estilo de vida.
Parte de nuestro diario andar. Nos acostamos orando, despertamos orando, oramos todo el día por asuntos que nos concierne.
Lo que me gustaría hacer es distinguir entre la oración genuina y la falsa.
Porque hay una diferencia. Y, Dios no contesta oraciones falsas, y lo que eso Significa simplemente esto.
Dios no contesta la oración de quienes han rechazado a su hijo.
Pienso en lo que, dijo Jesús, nadie viene al padre, sino por mí.
Eso es para ir al cielo, o para orar.
Así que el haber dadera oración involucra mi corazón, no solo mi boca y mis sentimientos, sino mi corazón.
O sea, ¿qué es, cómo es mi relación con Dios?
Y pienso en esto, la mayoría de la gente ahora, en un monólogo con Dios.
Dios esté en mi necesidad y siguen y siguen y siguen y hablan con Dios, y Luego se dan vuelta y se van, y nunca escuchan a Dios.
¿Sabés por qué? ¿No esperan que conteste?
Porque el pecado mata la expectativa de que a un dios santo escuche y conteste nuestra oración.
Esa es la oración falsa. No es la genuina.
La oración falsa es hablar con Dios basándome en lo que creo que me des y lo que creo que Dios debería pensar de mí, la oración genuina se basa en humildad, que no somos aceptados por nuestra conducta, sino por la misericordia de Dios.
Somos aceptados conforme a la verdad de su maravillosa palabra que dice, lo que Dios hará, pero la mayoría de las oraciones son falsas.
Es un monólogo. Solo trata de ellos. La oración genuina es un diálogo. Ahora le pregunto.
¿Quizás usted esté casado o lo está o lo estará?
¿Cómo nutrió una relación con esa persona?
Habla con esa persona, le escucha, le habla, le escucha. Les habla y les escucha. ¿Cuándo sufren?
Les escuchan. Cuando rien. Les escuchaba cuando querían algo. Escuchaba, se daba.
En otras palabras, nutros una relación hablando y escuchando.
No hay cosa tal como una relación, que no sea recíproca.
Una sola persona no puede ser la única que hable y escuche, así que las relaciones mutua se nutren mediante el diálogo.
Y escuche esto, mire, la intimidad, la intimidad es de corazón a corazón, intimidad es demente a mente.
Quizás las mujeres lo entiendan mejor que los hombres, pero la verdad es que esa es la clase de relación que dios quiere que tengamos con él.
Entonces, a veces somos los que hablamos y luego hay que escuchar.
El asunto es este, hablar con Dios, escucharlo, eso es lo que él quiere.
Dios no solo quiere que usted le hable Él quiere que lo escuche. Dios quiere darle dirección clara.
Él quiere contestar su oración. Quiere darle lo que necesita.
Si usted no lo escucha, no está mejor que si no hubiera ahorrado.
Señor, necesito ahí tu aquello y lo otro.
Muchas gracias, en el nombre de Jesús, Dios no opera así.
Porque eso implica, te lo digo, pero lo tengo bajo control. O tú puedes encargarte lo aprecio.
Eso no es orar, y dios no quiere que actuemos así.
Entonces, le pregunto, ¿con qué frecuencia ahora? ¿Es específico? ¿Es un monólogo o un diálogo?
Pablo exhortó a los romanos, escuche, a ser constantes en la oración, y dijo en colosenses que Capítulo cuatro, perseverar en la oración.
¿Qué significa perseverar en la oración? Es una oración imperativo, o sea, un mandato.
Perseverar en la oración significa dedicar tiempo a orar. Tomar la oración en serio.
Que sea prioridad en nuestra vida, perseverar en la oración, darle tiempo sin interrupciones.
Pensar claramente en lo que está diciéndole a Dios, pensarlo seriamente. No es un agre pegado.
Mire, para la mayoría de la gente de la oración es un anexo.
Es un extra al hacer esto aquello antes de dormir, una breve oración, no.
Hay que darle tiempo a dios, hay que tener una relación con él.
Y al decir, perseverar en la oración, Perseverar significa apartarle un tiempo, darle prioridad a la oración significa darle importancia darle la posición principal en mi vida, todos podemos empezar el día con oración.
¿Amen? Quizás no lo haga, pero si puede.
Antes de levantarse de la cama, debe hablar con Dios.
Usted no sabe si podrá volver a ustarse a esa cama o no.
La vida es incierta, y Dios es tan seguro.
Dios quiere que la oración sea nuestra prioridad en la vida. Y esa es mi oración.
Que usted diariamente haga lo más importante que hará en su vida cada día.
Y le dé a Dios el tiempo, que él merece mire, ¿para ser qué?
Para ubicarle donde Dios pueda bendecirle, como él quiere hacerlo, para que Dios le coloque donde él quiere y haga lo que quiere hacer para darle lo que usted ha pedido de la manera que Dios quiera hacer, ¿no?
Así que debe preguntarse, ¿Amo a Dios lo suficiente?
Me importa tanto, creo que Dios quiere hacer eso en mi vida.
Ahora quisiera darle una lista de cosas a, sí, de dar.
Y al decir que la oración es nuestra actividad más provechosa, la oración es el método por el cual dios suple nuestras necesidades.
Mi dios suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria y en Cristo Jesús.
Dios nos consuele en tiempos de prueba, y dolor, ¿cómo mediante la oración?
La oración es un tiempo de consuelo. Dios nos afirma su presencia y está presto a ayudarnos.
Tercero, es un canal que nutre nuestra relación personal con Dios, de lo que acabamos de hablar.
Cuando guardamos silencio y escuchamos a Dios, cultivamos intimidad con él. Es que sentimos su amor.
Es como que nos abrazara. Dios nos fortalece en la tentación.
Usted se encuentra tentado por algo, o alguien, o una situación, o alguna oportunidad, y habla con Dios, Y dice, la Biblia no se ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana.
Pero, Dios le facultará. Es en oración, señor, fortaleceme.
No me deje ver eso, no me deje pensar más en eso. Bloquea eso de mi mente, señor.
Dios contestará esa oración. Y, desde luego, piense en esto, si confesamos nuestros pecados a Dios todopoderoso, él es fiel.
Mire, si confesamos nuestros pecados caros a dios. Él es fiel, confiable, siempre presente, fiel y justo.
O sea, que tiene derecho a perdonar porque murió en la cruz. Pagó nuestro pecado.
Eres fiel para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Tenemos esa promesa de Dios.
Todos hemos orado, le hemos pedido perdón.
No porque lo merezcamos, sino porque Dios promete que nos perdonará.
Asimismo, es nuestra fuente de guía, de dirección, por ejemplo, tenemos decisiones que tomar.
Y Dios dice, te guiaré sobre ti, fijaré mis ojos.
Entonces, si quiero la guía de Dios, debo tomar el tiempo en oración para escucharlo.
Señor, ¿qué quieres que haga? Y a menudo, vamos por el rumbo equivocado.
Ahora, fíjese bien, si me escuchas, de amén, más vale que escuche.
Si usted está orando y de repente piensa, bueno, esto es lo que debo de hacer y siente un poco de estática, así lo describo.
Un poco de estática en el corazón.
Si sabe a qué me refiero a orar, si no lo sabe, no ha ahorrado, todos hemos sentido estática a veces.
¿Cree que esto es lo que debe hacer?
Pero algo muy en el fondo, como diríamos, Es el espíritu de Dios que le dice, no, no, no, no.
Callar eso es decirle a Dios, No me interesa tu opinión, te la he pedido, pero no estás de acuerdo con lo que quiero hacer, pero lo haré de todos modos.
La gente toma decisiones trágicas y reprimir la voz de Dios.
Piénselo toda su vida.
Su vida entera depende de todo lo que hemos mencionado que hace Dios por nosotros.
Todo dependemos de él. Incluso su próximo aliento.
Y cualquiera podría morir al instante de un infarto.
Dependemos de Dios para todo en la vida.
Por tanto, la oración debe ser, no un anexo, no un extra, sino algo primordial en nuestra vida.
Pienso también, por ejemplo, en que necesitamos que Dios nos ayude a entender su palabra, Y creo que puedo decir que nunca abro este libro para leer un pasaje bíblico sin decir, Señor, habla mi corazón.
No te pido un mensaje para predicarle a alguien más.
Quiero que me hables a mí sobre mí.
Si hay algo que quieras hacer en mi vida, quiero que me hables.
Predicar no se trata de mí, sino de que su palabra nos llegue a todos.
Pero quiero que comiences conmigo.
Si hay algo en mi vida que quieres limpiar o darme sentido de dirección, lo que sea, y debemos ser sinceros en cuanto a esas cosas.
Señor, habla mi corazón de tu palabra. ¿Qué estás diciéndome?
También, por ejemplo, la oración es un escudo que nos protege de la ansiedad y la preocupación.
Todos podríamos pensar en algo de qué preocuparnos. La oración es un escudo.
¿Sabe por qué es un escudo? En medio de nuestro dolor, pesarí, temor.
Dios nos recuerda que él es el Dios de gracia y que tiene todo bajo control.
Y que de algún modo se encargará de todo pase, lo que pase.
Todos pasamos por eso, y necesitamos el escudo de la oración.
También nos da valentía y confianza de enfrentar desafíos.
Pienso en cuántos desafíos he enfrentado de mi propia vida, no podría enumerarlos.
Pero, ¿sabe lo que he descubierto?
Nunca me postré de rodillas antes, un reto que Dios no me reafirmará, que de algún modo forma, él lo resolvería.
Y he pasado adversidad, pero Dios siempre ha estado allí, siempre para escudarnos y protegernos, Mire, algunas cargas pueden ser grandes y pesadas que nos devastarían por completo.
Pero Dios nos da un escudo. Porque él controlará. ¿Cuánto tendremos que enfrentar?
Dios controla el peso de la cara, también controla su duración y controla la fuente de la carga.
Y para sus hijos, Dios le pone un límite a esas cargas, cuales quiere que sea.
Luego, por ejemplo, cuando necesitamos sanidad física y emocional, es lo primero que hacemos.
Decir, señor, no sé qué es esto, quiero pedirte que me des guía y dirección, y a veces recibimos malas noticias, otras buenas noticias, recuerdo al año pasado cuando me caí.
Lo primero que salió de mi boca fue, señor, ¿qué quieres hacer?
Que es un buen ejemplo de orar sin cesar. De inmediato recurrí a mi oración.
Señor, ¿qué quieres hacer? Ni siquiera pensé en lo que sentía. ¿Dónde está o más?
¿Tendido en el piso? Impotente. Señor, ¿qué quieres hacer?
Porque sabía que no me hubiese caído, si Dios no lo hubiese permitido.
Y me gustó para nada. No me agradó en nada.
Pero, mire, sabía que Dios estaba en control, sabía que Dios me ayudaría.
Sabía que él sería fiel pese a todo. Esa clase de Dios servimos. Qué insensato es vivir.
En este mundo ignorando al único dios verdadero y al único que puede ayudarnos. Piénselo.
¿No hay situación que enfrente que Dios conozca algún detalle?
Dios sabe todo antes, durante y después. Porque le ama.
Nuestro Dios está dispuesto a ayudarle. Si usted está dispuesto a aclamar a él y pedirle dirección.
Y, dios le concederá mucha atención, la energía, la fortaleza eso mismo es el poder, energía fuerza para enfrentar situaciones, circunstancias, y eso hace el Espíritu Santo, quien morena usted para facultadle, fortalecerle y capacitarle, y dotarle de lo que sea en ese salió para ayudarle en lo que sea que enfrente, en la vida.
Y lo último que diría es lo siguiente. Piense en esto.
Por ser usted hijo de Dios, ya que es es el dios del universo y controla y gobierna todo.
Usted, usted como seguidor de Jesucristo, usted tiene el privilegio.
Tiene la oportunidad.
Tiene el poder, por decirlo así, de impactar a alguien.
En cualquier parte del mundo, porque es un triángulo santo.
Aquí está usted, Aquí está la persona por Kinoura, y aquí está Dios.
Usted habla con Dios, él los ve que hace contesta su petición, y le bendice.
Solo un seguidor de Cristo tiene.
El poder de impactar a alguien en cualquier parte del mundo con la gracia de Dios.
Ahora, ¿podría decirme por qué no darle prioridad a la oración?
Debe ser prioridad en nuestra vida. Ahora, amá, amigo, mire.
Quizás usted tenga todo lo que cualquiera, Quisiera tener.
Pero si no tiene a Cristo en su corazón, si pierde a la persona más importante en su vida, Segundo, si es creyente en Jesucristo, y no tiene una vida de oración, se pierde lo que Dios tiene para usted.
Dios le tiene lo mejor y él le usará, si usted se lo permite, y eso requiere tiempo con Dios.
¿Va a escuchar este mensaje y desarrollar una nueva relación con Dios.
¿Le pedirá a Dios que le perdone por su falta de oración?
Ha perdido oportunidades, perdido bendiciones, y cosas maravillosas que Dios aún no le ha dado por falta de oración, ¿Y le pedirá a Dios que le perdone por eso?
Y dígale que desde hoy o esta misma noche, cuando sea, señor, enséñame a orar.
Me humillo ante ti, señor.
Quiero estar en tu palabra, y quiero que me guíeses a leer lo que debo leer, y hables a mi corazón.
Padre, enséñame a orar. Y hazme un instrumento valioso, en tu reino.
Y puedo asegurarle esto, Dios, contestará esa oración.
Padre, ¿cuánto agradecemos que seas paciente con nosotros? ¿Dispuesto a enseñarnos?
¿Dispuesto a bendecirnos con tu gracia? Dispuesto a dialogar con nosotros, a hablarnos y que te hablemos.
Te pido que el Espíritu de Dios grave este mensaje.
En el corazón de todo el que le escuche hoy, mañana, y en años por venir aquí y alrededor del mundo, en el nombre de Jesús.
Amén.