El Espíritu Santo: Nuestro Ayudador – Dr. Charles Stanley
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Desde que aceptamos a Cristo como Salvador personal, hemos estado solos, nunca hemos estado desamparados Tal vez nos hayamos sentido así pero al aceptar a Cristo como salvador el sello de Dios su seguridad absoluta es la presencia del espíritu santo.
HACE CUATRO DÉCADAS FUNDAMOS MINISTERIOS EN CONTACTO PARA GUIAR a todo creyente a cultivar una relación más estrecha con Jesucristo Con los años hemos visto la grandeza de Dios su amor y su bendición de formas tan maravillosas que queremos que todo el mundo conozca al Señor, así que abramos la palabra de Dios y busquemoslo juntos.
Hoy en el programa en contacto el espíritu santo nuestro ayudador
Cuando aceptó a Cristo como su salvador, tal vez pensó que las cosas serían un poco fáciles, pero quizás se han vuelto más difíciles.
Y como resultado comenzó a cuestionar a Dios dónde estaba, ¿y por qué no contestó sus oraciones ni cumplió su palabra?
Pues sí la ha cumplido. Dios siempre cumple su palabra.
Sabe que todos enfrentaremos situaciones difíciles en la vida, no sabemos a dónde ir, por eso, Antes de partir, les dijo sus discípulos que enviaré a alguien a quien llamó el Consolador, y quien estaría con ellos toda su vida.
Este Consolador es llamado el Espíritu Santo, Porque, mire, Dios, ha hecho un depósito maravilloso para todo el que esté dispuesto a creer en él y aceptarlo.
La Biblia habla de que Dios es el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, Las tres personas de la trinidad de a veces la gente se confunde con eso.
Entonces deseo mostrarle un diagrama, para darle una idea de que en verdad los tres son uno, si se fija, está Dios, Dios padre, quien es el creador y soberano del universo.
Dios hijo, nuestro salvador y señor, Dios Espíritu Santo, nuestro consulador y nuestro ayudador, todas estas tres personas de la trinidad conforman la deidad.
Y en este mensaje de eso que veamos, lo que Dios ha hecho por nosotros, lo que está a nuestro alcance, lo que ha depositado en nuestra cuenta celestial.
Si estamos dispuestos a rendirnos a él y a retirar esas reservas maravillosas que Dios ha consignado en nuestra cuenta.
¿Qué hace al pasar por tiempos difíciles?
Cuando se encuentra, quizás entre la espada y la pared, sin saber qué hacer, a quien acude, clama a Dios, quizás en algún momento, pero Lo que deseo que veamos es esto, que Dios ha dicho de forma específica, les he enviado al Consolador, Un consolador es alguien que estará allí cuando lo necesite.
De hecho, este consolador siempre estará allí.
Así que deseo que vayamos al capítulo catorce de Juan, porque el Señor Jesucristo justo antes de su crucifijo la noche anterior, Les dio algunas de sus palabras más maravillosas, y los preparaba porque sería crucificado, mire, al siguiente día.
Iría a la cruz al otro día, iría a la tumba, y luego resucitaría para luego reencontrarse con ellos.
Pero hasta ese momento parecía muy sombrío.
El señor había hecho todas aquellas promesas y ahora estaba a punto de morir, a pesar de todo lo que había dicho, moriría, eso eclipsaba todo lo demás.
Entonces, vayamos al versículo quince de Juan, capítulo catorce, Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Luego dijo, consiente de que estaba a punto de dejarlo, y yo rogaré al padre, Preste atención, aquí está toda la trinidad en un versículo y yo rogaré al Padre, habla Jesucristo, y os dará otro con c mayúscula, consolador, el Espíritu Santo, para que esté con vosotros.
¿Por cuánto tiempo? Para siempre. No por poco tiempo, sino para siempre.
Dice, los dejo, pero les daré un consolador con C mayúscula una persona de la trinidad del espíritu santo él estará con ustedes para siempre.
El espíritu de verdad al cual el mundo no puede recibir porque no le ve ni le conoce.
Pero vosotros le conocéis por qué Mora con vosotros y estará en vosotros, No os dejaré huérfanos, vendré a vosotros, nunca.
Desde que aceptamos a Cristo como salvador personal, hemos estado solos.
Nunca hemos estado desamparados, tal vez nos hayamos sentido así.
Pero, al aceptar a Cristo como Salvador, el sello de Dios su seguridad absoluta, es la presencia del espíritu santo.
Dios padre, Dios hijo, Dios espíritu santo, tres personas de la trinidad, nuestra garantía de que iremos al cielo, al morir.
Entonces pregunto, en su vida personal, ¿qué papel tiene y ha tenido el Espíritu Santo?
Tal vez aceptó a Cristo y le dijeron, como a mí y a los doce años de edad, Charles, sé un buen muchacho y el día que mueras cierras al cielo, ser buen muchacho a los doce años un poco difícil, pero fue lo único que me dijeron.
Fue todo. Sé bueno. Pues, por lo general, no siempre era bueno.
Solo me dijeron eso, nunca me dijeron que tenía el maravilloso espíritu santo, para ayudarme a crecer, a ser quien Dios quería que fuera y a hacer lo que Dios quería, nada de eso me dijeron.
El mismo Dios nos salvó a usted y a mí el mismo Espíritu Santo more en usted y en mí, Y pienso en las personas que van a la iglesia veinte, treinta, cuarenta, cincuenta años, y pasan toda su vida sin conocer el tesoro de su vida, que more en ellas, y nunca se lo dijeron.
Pienso quien quiera que sea. ¿Y a dónde sea que asista?
Si nunca escucha del Espíritu Santo, debe cambiar de iglesia.
Porque alguien no le ha contado toda la historia, La historia completa es Dios padre, Dios hijo y Dios nuestro ayudador, el Espíritu Santo.
Así pues, Cristo les dijo, me iré y enviaré a otro sea, al Espíritu Santo será su Consolador.
Ahora bien, fíjese, ¿cuál es la labor del Espíritu Santo? ¿Qué hace en la vida de la persona?
Deseo que nos demos cuenta de esto. Solo diré lo que es cierto.
Diré la verdad respecto a nuestra vida, hablaré de este recurso maravilloso que Dios ha depositado en nosotros para ayudarnos en cada instante de la vida.
En la medida en que estemos dispuestos a aclamar, confiar, depender y creer en él, lo que hará por nuestra vida.
Solo digo que tenemos a Dios al Espíritu Santo, morando en nosotros.
Fíjese que Cristo lo llamó el Consolador. ¿Cuántos aquí alguna vez han necesitado ayuda?
Todos hemos necesitado ayuda. En nosotros vive el gran infinito, maravilloso y todo poder su ayudador, quien está dispuesto a darnos dirección, guía y la ayuda que sea necesaria, veámoslo por un momento.
¿Cuál es una de las primeras obras del Espíritu Santo? ¿Desde la salvación? Como somos salvo.
Su labor es, y cuando él venga convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio, O sea, una de las primeras obras en nuestra vida es que nos convence de pecado.
Nos hace percatar de que pecamos contra Dios y que necesitamos un salvador.
Y él vive en nosotros, por tanto, en nuestro diario vivir, si tenemos un mal pensamiento, o decimos algo indebido o le damos un trato indebido a alguien dejamos de hacer lo necesario, lo que sentimos no es un mero sentimiento, es la obra del Espíritu Santo al recordarnos quiénes somos como seguidores de Cristo, esto no debe estar en nuestra vida, esto sí debe estar en nuestra vida, este a quien debería llamar, es decir, el acto en nuestra vida.
Quienquiera que sea lo reconozca o no, él actúa en su vida, aunque usted piense que solo su sentimiento, el espíritu de Dios, actúa en su vida.
Su segunda labor es muy importante, se encuentra en Efesios uno trece, que dice en él, o sea en Cristo, También vosotros, habiendo oído la palabra de verdad del evangelio de vuestra salvación y habiendo cree oído, dice, y habiendo creído en él, fuiste sellados con el espíritu santo de la promesa.
Bien, ¿qué nos dice eso? Mucha atención, un sello en aquel entonces significaba que algo era auténtico, era auténtico, también implicaba posesión, y hablaba de protección.
En nosotros habita un maravilloso protector, y dice que el Espíritu Santo de Dios nos ha sellado.
Ahora bien, ¿qué significa eso?
Si, por ejemplo, le han enseñado que puede ser salvo y perder su salvación, eso no es cierto.
Mire, Dios no rompe sus propios sellos.
Nos hace ya, o sea, como dijimos, somos posesión de Dios. Él vive en nosotros.
Estamos bajo su protección divina, y Dios ha provisto todo lo que necesitamos.
Entonces, al pensar en el Espíritu Santo, no es con que el espíritu se trata de la persona de la deidad que mora en nosotros y nos ha sellado.
Ahora, ¿qué dice eso de quienes creen que la salvación se pierde? Mire, ¿quién puede romper un sello divino?
El diablo no puede, ni usted, no querría serlo.
Entonces, lo que dice es que, al aceptarlo como nuestro salvador personal, nos ella, como hijos suyos, Somos hijos de Dios para siempre.
Mire, sé lo que piensa en algunas personas.
Bueno, eso significa que puedo picar como el diablo y ser es salvo, inténtelo.
El Espíritu Santo en usted, primero, que todo lo convencerá y le hará sentir abatido, le hará sentir desdichada.
A dos por años innecesarios, para seguir recordándole que llegó una vida impía e infame, que no agrada a Dios, se perderá una bendición tras bendición, Luego, la gente se pregunta qué es lo que pasa con mi vida, el problema es su pecado, ignora al Espíritu Santo quien trata de decirle, mira, mira lo que estás haciendo, no es necesario.
Ese es el gran amor de Dios, el Espíritu Santo nos ha sellado.
Con un sello divino y celestial. Somos suyos. Eres nuestro ayudador.
Luego, su tercera labor, y la manera sencilla de decirlo está en romanos ocho once, Mora, en nosotros, no es que el Espíritu Santo esté allá en el cielo, y nosotros aquí abajo muy distantes, sin estar seguros, escuche esto, ni el espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en nosotros, al que levantó de los muertos a Cristo Jesús, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su espíritu, que mora en vosotros.
O sea, tenemos un don que es eterno y es el Espíritu Santo, quien nos marcó como propiedad suya, Así, pues, cuando pegamos contra Dios, violamos sus principios, infligimos a la persona misma que él envió para hacernos suyos, para ser nuestro ayudador.
Somos sus hijos y estamos bajo su liderazgo divino, dice que mora en nosotros.
Me pregunto cómo viviré a la gente, si a diario pensara, Soy morada del Dios santo.
Si pensáramos cada día al despertar en la mañana que somos moradas del Dios santo, porque lo somos, el Espíritu Santo Está allí para evitarnos, para facultarnos hacer lo que sea y todo lo que Dios requiera de nosotros.
Su cuarta labor es nos enseña.
Escuché lo que dice en Juan catorce, veintiséis, más el Consolador, el Espíritu Santo, A quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñara todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Pensemos en esto, Desde el momento en que aceptamos a Cristo tenemos al maestro, al maestro de, dentro de nosotros, él es quien nos ayuda a entender la verdad, es quien nos ayuda a comunicarles la verdad a otras personas.
Él es el maestro. Por ejemplo, si estamos en una situación difícil y buscamos un pasaje bíblico, señor, que debo leer.
Él es quien nos mostrará dónde ir, quien interpretará la palabra de Dios.
Él es quien nos alentará, dice, que es nuestro Consolador, nos alienta, nos lleva al pasaje propicio, nos ayuda a ver lo que Dios piensa en nuestra situación, y cuáles son las circunstancias.
Instancias. Tenemos este gran recurso, que mucha gente ignora en su vida y dicen, bueno, no leo mucho la vida, porque no, la entiendo.
¿Cómo aprende a entender la palabra de Dios?
Al leerla y al confiar en el Espíritu Santo, piense en cuántas veces ha enfrentado una situación difícil en su vida.
¿Y qué hizo? Acudió un pasaje bíblico, hojeaba la biblia y un versículo en particular le impactó y pensó, señor, ¿sabes qué necesitaba eso?
Claro que sí. Por eso lo guió.
Mire lo que dice, les enviaré a otro consolador con c mayúscula.
Tenemos en nosotros a un ayudador divino sobrenatural para ayudarnos en cada circunstancia de nuestra vida.
Y también nos guiarán. Pero cuando venga el espíritu de verdad, él los guiará a toda verdad.
Entonces, alguien diera, bueno, sabe, estoy tratando de tomar una decisión en mi vida, he evaluado esto, aquello, lo otro, y he hablado con fulano y zutano, ha hablado con dios.
El Espíritu Santo, quien mora en usted, está dispuesto a darle guía en cada decisión que enfrenté.
Cuando tome una decisión en su negocio, o en su vida personal, o en sus relaciones con otros, decisiones económicas de la índole que sea, y le pide dirección.
Él está dispuesto a dárnosla, a mostrarnos la verdad, pero cuando venga el espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad o sea, ¿no hay una pregunta en la vida?
Ni necesidad de alguna para la cual Dios no tenga respuesta.
Está allí para enseñarnos. Para darnos guía y dirección divina.
¿Qué de nuestros hijos, por ejemplo?
Queremos que al encontrarse en una situación en la cual no sepan qué hacer, quieran recurrir a nosotros como padres, y nos pidan ayuda con confianza.
Así, pues, al estar en situaciones en las cuales no sabemos qué hacer. ¿Cómo procedemos? Vamos a alguien más.
Está bien consultar con alguien, pero primero hay que ir a Dios.
Si primero le pedimos, señor, dame sabiduría y guía. Dice que nos guiará a toda verdad.
En lo que sea que necesitemos dirección, Dios está más que dispuesto a mostrárnoslo, si estamos dispuestos a tomar el tiempo y a creer lo que nos diga.
Ahora, a veces, al preguntarle algo, lo que él nos diga no será tan fácil como lo que digan nuestros amigos.
En primer lugar, de todos los no saben nada al respecto, solo saben parte.
Pero el Espíritu Santo de Dios está dispuesto a enseñarnos y mostrarnos justo qué hacer en cada situación.
También pienso en lo que dice, que hace en y mediante nosotros en Gálata cinco veintidós, dice lo siguiente, dice, Mas el fruto del espíritu.
Es decir, produce esto en nosotros, vea si está en usted.
Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza.
Ve a alguno que necesite. Yo los necesito todos.
Y la verdad es que todos los necesitamos, todos. Bueno, preste mucha atención.
Si alguien nos hace pasar un mal rato y nos impacientamos en verdad, No podemos darnos el lujo de ser impacientes.
Tenemos al Espíritu Santo para darnos paciencia.
A veces, por ejemplo, alguien a quien no ama, de hecho, no le cae nada bien y piensa que va a la iglesia, escucha a ceremonia, se levanta, canta y ahora, pero en el fondo de su corazón no lo soporta.
Entonces, ¿qué pasa? Le pide al espíritu santo, y permítame decirle algo, le sorprenderá cuánto puede cambiar de o su actitud hacia alguien con quien no quiere nada que ver.
Ahora, no le decimos cómo hacerlo. Solo, señor, sabes que no lo amó por tal razón, te necesito.
Con eso dice, señor, tienes que amarlos a través de mí.
Le sorprenderá lo que Dios hará en su vida, que cambiará su actitud y pensarás, bueno, señor, no sabía que yo mismo era tan antipático, Y así, todo comenzará a cambiar.
¿Por qué? Mire, paciencia, gozo, paz, bondad, fe, mansedumbre, dominio propio, todos necesitamos dominio propio. ¿De dónde lo obtenemos?
Confiamos en que el Espíritu Santo lo ejerce en nosotros, eso le pedimos.
Espíritu Santo quiero que ejerzas dominio propio en lo que veo, lo que hago, lo que escucho, quiero tú controlar mi vida, no el mío.
Él lo ejercerá en nosotros. Entonces, al rendirnos al Espíritu Santo, pasa esto, los nueve dones del Espíritu, Él comienza a producirlos en nuestra vida.
¿Y qué pasa? Nuestra vida cambia.
Luego, otra de sus responsabilidades es que nos recuerda, Veamos, por un momento, Juan catorce, veintiséis, les dice, más él Consolador, con C mayúscula, Espíritu Santo, más el Consolador del Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi Nombre, Él os enseñará todas las cosas, yo recordará todo lo que yo os he dicho, pensemos en algo.
Estos doce discípulos anduvieron con Jesucristo por tres años, ¿Vieron y escucharon mucho?
Desde caminar sobre las aguas, ¿alimentaró cinco mil?
Sanar a Bartimeo, resucitará a Lázaro, habían visto mucho, presté atención, se habían dedicado a esa vida milagrosa, pero, de pronto, el señor se fue.
Y allí quedaron. Fíjense, no tenían apuntes, no tenían una libreta de anotar, ni una computadora, ni una biblia, Piensa en dónde los dejaba eso.
Solo tenían lo que recordaban. ¿Cuántos recordaban?
Imagínate andar con él tres años y ver esto y aquello, nunca saber lo que sucedería, nunca saber lo que sucede diré dudar aquí, acá.
De pronto, ya no está. Por esta razón, les dijo, Quédense en la ciudad de Jerusalén hasta que sean investidos de poder del Espíritu Santo, quien les recordará todas las cosas.
Piense en cuánto recuerda leer la palabra de Dios.
Somos dotados, con un tesoro, que es la Biblia, y el Espíritu Santo, nuestro maestro, nuestro guía, quien nos ayuda a entender, podemos leerla, escucharla y, sobre todo, practicarla.
Dios no nos dejó vacíos.
Entonces, al aceptar a Cristo como sábado, recibimos el gran tesoro del Espíritu Santo.
Así que, al pensar en eso, consideremos con suficiente celo.
Asimismo, dice que nos facultad con dones espirituales, en el capítulo doce de primera de corintios.
¿Cuáles son los dones espirituales?
Bueno, por ejemplo, hay siete dones espirituales principales, está el don de profecía, el de enseñanza, el de misericordia, el de exhortación, el de servicio, el de generosidad, el de administración, todos los dones quizás sean parte de esos siete.
Entonces, la verdad es que tenemos un don espiritual.
Así que, él nos da los dones y los ejercita en nuestra vida conforme a lo que quiere que hagamos, lo que nos ha llamado a hacer.
Alguien dirá, bueno, no tengo dones, claro que sí los tiene. Tenemos dones.
Es cuestión de pedirle a Dios que nos lo muestre, y al pensar en lo que hacemos, o debemos hacer, y la ayuda que necesitamos, él nos mostrará cuál es.
Desde luego, nos da poder. En ese primer capítulo, de hecho, versículo ocho, dijo, pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros y al Espíritu Santo, y me seres testigos.
O sea, Él nos dará toda la energía, la fortaleza y la autoridad para hacer lo que quiera que hagamos.
Esa es la promesa de Dios todopoderoso.
Cuando crea que no puede dar ni un paso más, ¿Qué hace?
Pídale al Espíritu Santo que le ayude. ¿Qué le de guía? Fortaleza y energía.
Mire, el Espíritu Santo es práctico.
El Espíritu Santo hace por nosotros lo que no podemos hacer solos.
Nos ha facultado en cada aspecto de nuestra vida.
Luego mencionaría otra, y es lo que dice en Efesios cinco, dieciocho, se llenos del espíritu.
Lo que significa esto, de forma continua, permitir que el Espíritu Santo sea quien viva en nosotros nos dé guía, nos dé dirección, suple esas necesidades, cualesquiera que sean.
Ser Janeth del Espíritu Santo significa vivir en la presencia consciente de que el Espíritu Santo mora en nosotros, para ayudarnos y facultadarnos.
Así que ningún creyente tiene un excusa legítima para no obedecer a Dios.
Nos ha equipado para hacer lo que él quiera que hagamos.
Nos ha preparado para que tengamos suficiente de lo que él quiere que tengamos, para entender lo que él quiere que entendamos.
Para ser la persona que él quiere que seamos.
No solo tenemos la promesa, sino que al sellarnos como hijos de Dios, nos fue oculta para hacer y para convertirnos en lo que Dios haya tenido en mente al traernos al mundo.
Piensen quién es, nunca han escuchado eso.
Vivian de la mejor manera que pueden, No he escuchado a la gente decir, pues, ¿cómo te va?
Hago lo mejor que puedo. No se vive de esa forma. Lo mejor que puedo no es muy bueno.
Lo mejor que Dios puede es maravilloso. En verdad maravilloso lo mejor que Dios puede.
Así que, el Espíritu Santo es nuestro ayudador, nuestro amigo, nuestro sustentador, nuestro proveedor, lo es todo.
Cristo dijo, me iré, pero le enviaré al Consolador, y cuando él vuelva hará esto.
Así que volvamos por un momento al capítulo catorce, sé.
Y yo rogaré al padre, y él les dará otro consolador, con c mayúscula.
Para que esté con ustedes para siempre, no, en parte.
Es decir, el espíritu de verdad al cual el mundo no puede recibir porque no le ve, ni lo conoce, pero ustedes lo conocen, porque permanece con ustedes y estará en ustedes.
No los dejaré huérfanos, me entre a ustedes. Ahora, ¿dónde hay algo más alentador que eso, Amén?
Debemos alabar al Señor. Agradecerle por quienes el en nosotros por no habernos dejado solos.
Lo que hagamos en la vida, no es para hacerlo solos.
Tenemos, al Espíritu Santo quien nos faculta, nos ayuda a ser su voluntad. ¿Amen?
Gracias, Padre, no podríamos agradecerte lo suficiente.
Te alabamos, Por darnos al Espíritu Santo en nuestra vida cada día.
Para facultarnos a hacer y ser lo que nos ha llamado.
Te pido que el Espíritu Santo le hable a toda persona aquí, que toda persona salga alentada en su corazón, desafiada, convencida y motivada en su corazón, Que tienes algo para que hagan que encaje con tu voluntad para su vida, y te pido que se rindan a eso, te amamos, te amamos y bendecimos tu nombre, Oramos en el maravilloso nombre de Jesucristo.
Amén.
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Dios nos ama tanto que ese amor nos mande tienen el camino correcto Si usted escucha las mentiras de Satanás, él siempre le dirá este EL ASUNTO ES CUÁL ES LA MEJOR DECISIÓN?
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Y la muralla se hacía más grande.
Lo vio y lo vio muy, muy fuerte por cuarenta días y cuarenta LA NOCHE.
DURANTE LA NOCHE LA NUBE SE CONVERTÍA EN UNA COLUMNA BRILLANTE COMO UN FARO DE LUZ EN LA OSCURIDAD
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